La popularidad de la electroestimulación muscular se ha mantenido durante muchos años. Son reconocidos sus beneficios, sobre todo, en el campo de la fisioterapia, siendo uno de los métodos físicos que acompañan a todas las terapias o rutinas de recuperación de lesiones graves o de dolores crónicos, sin efectos adversos, ya que no se requieren fármacos. Aparte del electroestimulador, quizá sean los electrodos la otra parte importante dentro de la terapia realizada y la consecución de objetivos.
Electrodos de alta calidad
Es imprescindible adquirir electrodos para electroestimulación que sean de alta calidad para que los resultados sean conseguidos. Hay proveedores que ofrecen pasos sencillos para lograr eso, destacando:
- Conocer la marca y el tipo de electroestimulador que se posee -si es TENS, para disminución del dolor o EMS, muy utilizado en la industria deportiva de alto rendimiento-.
- Diferenciar el tipo de conexión del electrodo -si es de clavija o de botón-, distinguiendo los milímetros de esa conexión.
- Buscar electrodos de alta calidad dependiendo de dónde se utilizarán -la zona del cuerpo-.
Los electrodos de alta calidad se distinguen por su excelente conductividad, por no crear la incómoda sensación de pellizco en la piel y por incorporar tecnología de hidrogel para una adhesión más cómoda y fuerte.
Beneficios de la electroestimulación
Aparte de contar con un equipo adecuado, con electrodos de alta calidad y reconocer la importancia de la colocación correcta de los electrodos para un tratamiento eficaz, la terapia en sí debe ser realizada empleando los conocimientos técnicos que se requieren para lograr resultados, puesto que de otra manera se estaría poniendo en riesgo la salud. Asumiendo, sin embargo, que su realización es correcta, la electroestimulación muscular tiene muchos beneficios:
- Alivio de dolores y molestias: recuperar lesiones, incorporar en programas de rehabilitación o superar alguna patología que ocasione dolor, son algunas de las finalidades de esta terapia física. Dolor lumbar, de ciática, bursitis o desgaste articular -que produce hinchazón- son algunos de los casos en los que se recomienda su uso.
- Activación y fortalecimiento muscular: si bien es cierto que la electroestimulación no suple al ejercicio físico moderado, sí promueve la activación de todas las fibras musculares en cualquier zona donde se trabaje -cosa que es teóricamente imposible solo con el ejercicio físico-. También es adecuado para trabajar el fortalecimiento de músculos débiles, como parte final de un programa de rehabilitación tras lesiones graves, accidentes o enfermedades.
La electroestimulación y sus diversos campos
Hay muchos sitios en los que convenientemente se puede revisar información sobre la tecnología y cómo ha desarrollado de manera consecuente tratamientos cada vez más eficaces para patologías y malestares complejos. La electroestimulación entra directamente en ese terreno y es una tecnología de la salud que tiene aún mucho campo posible para su desarrollo y consolidación.
En la actualidad, esta técnica suele emplearse en los campos de la fisioterapia -como terapia física- y en los entrenamientos deportivos de alto rendimiento. En el primer caso, es reconocida la incidencia de la electroestimulación en la irrigación sanguínea, la disminución de la hinchazón y del dolor crónico mediante el bloqueo sensorial, lo que disminuye los tiempos de recuperación en terapias; y en el campo deportivo es conocida la incidencia en cuanto a la activación muscular, disminución de los tiempos de recuperación tras sesiones de entrenamiento, aumento indirecto de la fuerza muscular y de la masa magra muscular, al tiempo que fortalece los músculos y articulaciones disminuyendo la posibilidad de sufrir lesiones graves.
Por esa razón, tener un electroestimulador con accesorios de alta calidad puede ser sinónimo de gozar de buena salud física, siempre.