Para muchas viviendas en nuestro país, las fosas sépticas constituyen un elemento imprescindible en el día a día, a la hora de llevar a cabo el tratamiento de las aguas residuales domésticas. Vamos a conocer a continuación un poco más acerca de ellas, cómo funcionan y para qué sirven, los tipos de fosas sépticas que existen y la importancia de poder contratar a profesionales especializados en la materia para garantizar su limpieza y cuidar que no se atasquen.
Aunque en los núcleos de población urbanos la recogida de las aguas residuales se realiza mediante el sistema de alcantarillados y su posterior proceso de tratamiento especializado, no ocurre lo mismo en aquellas viviendas que se encuentran en un entorno rural o que viven alejadas de este tipo de sistemas. En estos casos, la solución más eficaz para este problema es contar en casa con una fosa séptica, y que básicamente, es un elemento que se encarga de realizar el tratamiento primario de las aguas residuales domésticas. Por lo que no es tan eficaz como una depuradora pero cumple a la perfección con su cometido.
Las fosas sépticas realizan un paso previo del proceso de depuración, que es muy importante que se lleve a cabo y que ayuda a reducir su contenido, para su posterior tratamiento más en profundidad. Es por eso que vamos a conocer un poco más en profundidad el funcionamiento de las fosas sépticas y su funcionamiento, descubriendo todas las ventajas que pueden aportar a esta tarea. Sin olvidarnos tampoco de lo esencial que es poder realizar una buena limpieza de la fosa o desatascar la misma cuando sea necesario, utilizando los servicios de profesionales especializados con años de experiencia en el sector.
Fosas sépticas
Las fosas sépticas permiten realizar un primer tratamiento de las aguas residuales domésticas, reduciendo su contenido. En primer lugar, se encargan de separar los sólidos sedimentables de las aguas que posteriormente van a ser tratadas, así como de los aceites y la grasas. De esta manera, se forma una capa de sólidos llamada lodo en el fondo de la fosa, una capa flotante encima con los aceites y las grasas, y una capa intermedia con las aguas a tratar, qué es lo verdaderamente importante y que posteriormente va a ser depurada.
Además de esta separación, una fosa séptica también realiza una acción biológica sobre los residuos, que afecta directamente a los sólidos. Éstos básicamente sufren un proceso de degradación que reduce su volumen hasta en un 40% y que permite que puedan convertirse en lodo y ocupar la capa base de la fosa. Por lo que se trata de un espacio muy completo y útil que permite llevar a cabo estos primeros tratamientos de las aguas residuales, de una forma muy cómoda y sencilla para el usuario. También merece la pena tener en cuenta, que normalmente, las fosas sépticas se encuentran enterradas en el suelo.
Tipos de fosas sépticas
Existen diferentes tipos de fosas sépticas en el mercado, en función del número de compartimentos con los que hayan sido diseñadas. Las más comunes actualmente entre los usuarios son las de dos compartimentos, ya que permiten un tratamiento de las aguas residuales muchísimo más óptimo. De esta forma, se realiza un primer proceso de separación en el primer compartimento, y las aguas ya clarificadas pasan al segundo compartimento, para volver a realizar otra vez el proceso de separación y que el resultado final sea más preciso.
También podemos encontrar fosas sépticas con un solo compartimento que utilizan un sistema de filtros para evitar que los materiales sólidos puedan escapar de la zona. Además, hay fosas sépticas que pueden contar hasta con tres compartimentos, que son perfectas para llevar a cabo un proceso más eficaz de eliminación de la biomasa bacteriana que se acumula en la fosa tras la realización de los procesos de separación y degradación. Por lo que en función de nuestras necesidades, podemos optar por diferentes tipos de fosas sépticas para conseguir los mejores resultados posibles en esta tarea.
Limpieza de fosas sépticas
Para que una fosa séptica pueda funcionar a la perfección, es necesario poder realizar en ella una buena limpieza. Sobre todo, cuando se han formado atascos que impiden llevar a cabo todos los procesos de depuración y que pueden hacer que nuestra fosa séptica pueda romperse. Para poder realizar de una manera eficaz y profesional esta tarea, con las máximas garantías, lo mejor siempre será contratar profesionales especializados en la limpieza de fosas sépticas. Se tratan de empresas que se dedican concretamente a este tipo de trabajos y que cuentan con la experiencia, las habilidades y la maquinaría necesaria, para conseguir dejar nuestras fosas sépticas como nuevas siempre que sea necesario.
Para ello, realizan un proceso de vaciado de la fosa séptica mediante un sistema de bombeo. Como cuentan con una amplia flota de vehículos de distintas capacidades para llevar a cabo este tipo de tarea, no importa cuál sea el volumen de nuestra fosa o la cantidad de residuos que haya en ella, una vez vaciada, ya se puede llevar a cabo un proceso de limpieza más exhaustivo que haga desaparecer los posibles atascos que se hayan podido formar dentro de ella. Además de realizar este tipo de tareas de limpieza más puntuales, estos profesionales del sector también pueden encargarse de las labores de mantenimiento habituales de la fosa, para comprobar que todo esté en orden y prever posibles problemas que puedan ir apareciendo.
Como hemos podido comprobar, las fosas sépticas son un elemento realmente importante en muchos hogares a la hora de poder realizar un tratamiento primario eficaz de las aguas residuales. Si además, podemos ofrecer a nuestra fosa una buena limpieza y un mantenimiento periódico, tendremos la seguridad de que se va a encontrar siempre en las mejores condiciones posibles para cumplir a la perfección con su tarea. Por lo que es esencial que prestemos atención a este tipo de factores y que cuidemos de nuestra fosa séptica de la mejor forma posible.