Hoy hablaremos de las alternativas para sustituir el gas natural. Todas las alarmas en Europa han saltado por el cierre del gasoducto que abastece a Polonia y Bulgaria con gas ruso, lo que ha provocado una búsqueda desesperada de otro sustituto del proveedor de gas natural.
El Kremlin había advertido que los pagos deberían realizarse a partir del 1 de abril en rublos, la moneda local, algo que provocaría el cierre de la comunidad internacional.
La decisión de Rusia es una represalia estratégica contra la UE, aprovechando su posición como principal proveedor de gas natural del continente. Antes de la Guerra de Ucrania, Europa compraba casi el 40% de su gas a la empresa estatal rusa Gazprom.
Los expertos creen que la incertidumbre geopolítica provocada por el conflicto está haciendo subir los precios y aumentando el riesgo de que se interrumpa el suministro de gas a otros países de la UE.
La potencia mundial se comprometió a aumentar sus envíos de gas natural licuado a Europa en 15.000 millones de metros cúbicos. Se sumarán a los 22.000 millones de metros cúbicos del año anterior.
Sin embargo, Rusia vende $155.000.000.000 anuales, lo que deja en claro que abandonar el suministro ruso requerirá encontrar nuevos proveedores.
Noruega es uno de los destinos preferidos de la Unión Europea por su cercanía y volumen de producción, aunque países como Alemania ya han decidido ampliar los lazos diplomáticos con Qatar o Emiratos Árabes Unidos como proveedor de gas.
Debido a sus enormes recursos marinos, Noruega es el tercer mayor exportador del mundo después de Qatar y Rusia. Además, cubre el 20% de la demanda europea de gas natural y actualmente es el único país del continente que suministra energía a Europa.
Búsqueda en África
Muchas de las principales compañías petroleras europeas que intentan cerrar acuerdos en África también están vigilando países de África como Argelia, Nigeria, Tanzania y otros.
Los expertos de la compañía afirman que BP, Shell, ExxonMobil y la petrolera estatal noruega Equinor han anunciado su intención de cesar sus operaciones en Rusia, mientras que Total no realizará nuevas inversiones.
Infraestructura nueva
Como resultado de la conectividad de la red de gas europea y la capacidad de compartir resúmenes entre sus miembros, Polonia y Bulgaria ya estaban preparados para esta desconexión de Rusia, según Norbert Rücker, economista jefe y director de Next Generation Research en Julius Bär.
“Ambos países, con la ayuda de la Unión Europea, se han estado preparando para este evento durante varios años y, como resultado, fueron de los primeros en anunciar la eliminación total de los contratos de suministro rusos este año”, dice el economista.
Recuerde que hay dos gasoductos que están a punto de ponerse en funcionamiento a mediados de año, lo cual conecta a Polonia y Bulgaria con la red de gas natural de Europa y les ofrece acceso a suministros marítimos noruegos o extranjeros. Uno de ellos es el Baltic Pipe, que atraviesa Dinamarca entre Polonia y Noruega.