Encuentra el jamón perfecto
En la gastronomía navideña o en cualquier evento familiar no puede faltar el jamón ibérico, por lo que debes leer detenidamente cada una de las claves que te presentamos a continuación.
De esta manera puedes sentirte más seguro y confiado al momento de comprar un jamón ibérico para llevar a la mesa y servir a tu familia.
1) Empresas especializadas
Una de las primeras cosas que debes hacer al salir a comprar un producto ibérico, es comprar el jamón ibérico en empresas especializadas en su venta, como Jamones Sierra Morena.
Cada uno de los productos presentados se encuentra con su debido certificado y con su sello de calidad, esto quiere decir que se realizaron todos los procesos adecuados para la curación de la carne, en el tiempo necesario y que pertenece al origen que indica.
Además, esta empresa se encarga también de la crianza de los cerdos, asegurando que fueron criados en libertad y con una dieta específica que les permite adquirir ese sabor característico en su carne.
2) Presta atención al color
Pasando a un aspecto más específico, el color del jamón ibérico debe ser como un marrón claro, con tonalidades oscuras, las cuales se producen por la grasa, y donde su aspecto debe ser limpio y cuidado.
Por otro lado, si encuentras un poco de moho blanco, no te preocupes, ya que ayuda a su conservación. Solo debes quitarlo cuando lo vayas a cortar y listo.
Por otro lado, la grasa no debe tener un tono amarillento, en caso de ser así quiere decir que la carne no ha pasado por el tiempo de maduración exigido por los productos ibéricos.
3) Forma del jamón ibérico
Una manera sencilla de saber que se trata de un jamón ibérico puede ser a través de su forma. Debe tener una forma alargada, estrecha y con una forma curva en su extremo, esto es debido al proceso de curación y a la propia morfología del cerdo.
El peso del jamón ibérico se encuentra entre los 7 a los 8 Kg, en comparación con la paleta que ronda los 4,5 a 5,5 Kg, por lo que debes evitar confundirlos.
4) Sabor y etiquetas
Los jamones ibéricos pueden tener diferente sabores, y dependiendo de tus gustos, puedes elegir el que más te convenga. Puedes reconocer sus sabores de acuerdo a la etiqueta colocada en el producto.
El sabor suave tiene menor cantidad de sal, dado que su curación fue más larga y se encuentra identificada con la etiqueta amarilla.
El intenso ofrece una mayor cantidad de sal y su etiqueta puede ser de color lila. El jamón aromático posee un aroma más intenso que los otros y lo puedes reconocer con la etiqueta azul.
Por último está el sabroso, con un sabor más penetrante en el paladar y que lleva una etiqueta de color naranja.
Etiquetas y origen
Aparte de las etiquetas que pueden indicar el tipo de sabor del jamón ibérico, puedes encontrar etiquetas que indican la procedencia de los cerdos, así como la pureza de su raza.
Las etiquetas blancas en el producto quieren decir que se trata de un jamón ibérico de cerdo y no de bellota, cuya alimentación ha sido a base de pienso. Por otro lado se encuentran las etiquetas rojas, las cuales indican que el cerdo tiene entre un 50% a 75% de pureza.
Por último se encuentran los de etiqueta negra, indicando que su procedencia puede ser 100% ibérica, en otras palabras, una raza pura. Todos los jamones deben tener su respectiva etiqueta, así que al reconocerla, vas a poder conocer la procedencia del cerdo y así elegir la pieza que más te interese.