Esto es debido a que la empatía, una de las principales formas que tiene el humano de comunicarse y entender su entorno, se ejercita y desarrolla cuando entramos en contacto con ellos.
Cuando estamos con un animal, sobre todo en el caso de los mamíferos, tendemos a buscar la comunicación con ellos. Esto puede manifestarse en forma de caricias, sonidos cariñosos, gesticulaciones y otras tantas conductas.
Cuando se trata de educar a nuestros hijos, la forma en la que les enseñamos a interactuar y a entender a los animales está muy conectada a su desarrollo psicológico y emocional.
Es por esto que se considera importante que un niño tenga un mínimo de una o dos mascotas a lo largo de su infancia, pues no sólo aporta el aprendizaje de la responsabilidad que conlleva cuidar de otro ser, también les permite experimentar formas diferentes de comunicarse.
Sin embargo, adquirir una mascota no es el único método que hay para que interactúen con otras criaturas. Existen muchos bonos de visitas para el zoo, sobre todo para los más pequeños. Estas visitas les permiten apreciar la biodiversidad de nuestro planeta y aprender sobre otros animales menos normativos, por así decirlo.
A continuación hablaremos de las mejores formas que hay de hacer que nuestros más pequeños entren en contacto con el mundo animal.
El verdadero rey de la selva
En el ranking de animales salvajes preferidos por los más pequeños, los elefantes están entre los más populares, junto con el león, el mono y la jirafa.
Estos animales provenientes de África y Ásia son particularmente valiosos para la labor que tenemos entre manos debido al enorme tamaño de su cerebro, que les permite comunicarse de forma no verbal y empatizar en un grado semejante al nuestro.
A nuestros hijos les encantará verles comer corteza de árboles y paja, y aprender que comen cientos de kilos al día para mantener sus grandiosos cuerpos.
En algunos zoos incluso se puede tocar a los elefantes.
El amigo más fiel
Antes de nada es importante tener en cuenta la edad de nuestros hijos cuando se trata de adquirir un perro. Podemos tener un perro incluso con recién nacidos en casa, pero por motivos de seguridad lo ideal es que en esos casos nos hagamos con un corral para perros, pues es importante delimitar el espacio que nuestro can puede atravesar en la casa.
Educar a nuestro perro adecuadamente por medio de un corral y de otros métodos puede ser una buena forma de enseñar a nuestros hijos el valor de la disciplina y la importancia de marcar reglas claras en el hogar.
Nuestros pequeños adorarán pasar tiempo con su perro, acariciarlo e incluso ponerle nombre. Si queremos que tengan una participación aún más activa en la educación y cuidado de este, podemos ir a una página web en la que hayan collares para perros a la venta y elegir el que mas les guste. De este modo se sentirán mucho más unidos a su mascota.
Los reyes de la casa
Si lo que queremos es una alternativa al perro más independiente y autosuficiente, un gato es la elección más popular. Estos animales apenas requieren de atención, a parte de las tareas cotidianas como cambiarles la arena, el agua y rellenar sus cuencos de comida. Por si fuera poco, son mucho más singulares que los perros, desarrollando conductas y personalidades muy diferentes y curiosas.
Es importante entender que aunque requieren de menos cuidados, sigue siendo necesario adquirir un transportin para llevarlos al veterinario y a otros lugares.
El mejor lugar para adquirir uno de estos es la página https://transportingato.com/, en la que encontraremos toda clase de modelos muy personalizables.
En el caso de algunos gatos como los persas, el cepillado de sus pelos es una parte más de la rutina de cuidados diaria. Esta clase de tareas son perfectas para enseñar a nuestros hijos a ser responsables.
Otra particularidad tanto de los gatos como de los perros es la necesidad de castrarlos llegada su madurez sexual para evitar que desarrollen conductas violentas y que marquen la casa con su orina.