El cuidado dental empieza desde el nacimiento, en esa etapa el pediatra recomienda los cuidados que se deben tener con las encías y posteriormente los pequeños dientes. La primera consulta con el odontólogo debe hacerse a los 2 años.
Los dentistas para niños deben tener una sensibilidad especial para tratarlos con el cuidado que requieren. La formación de estos profesionales debe ser constante, para que manejen las técnicas y herramientas que harán la prevención y tratamiento de las patologías dentales. Los odontopediatras trabajan por la sonrisa de sus pacientes, para ello les dan cuidados integrales que incluyen encías, piezas dentales y el resto la cavidad bucal.
Manejo del dolor en niños
Los tratamientos odontológicos son en su mayoría, dolorosos o por lo menos molestos, así que el profesional debe tener herramientas para explicar y convencer de manera que el niño permita el procedimiento.
En los tratamientos odontológicos dolorosos, hay factores de aprehensión, estrés, y ansiedad, debido al rechazo natural al sufrimiento que tenemos los seres humanos. Estas reacciones del paciente dificultan o impiden por completo el procedimiento. Algunas veces se trata de la tensión muscular, lo cual ofrece resistencia para que el odontólogo trabaje. Otras veces el miedo es tal que el paciente no permite que se le trate.
En el caso de niños pequeños, hay una alternativa que soluciona esa situación, la sedación profunda para tratamientos dentales. Se trata de que un anestesiólogo aplique un medicamento que duerme al niño y permite trabajar al odontólogo con total libertad. Esta sedación es muy parecida a la anestesia general, se diferencia de ella en que con la sedación el paciente no necesita intubación, ya que respira por sí mismo.
La sedación profunda se usa también para pacientes de todas las edades, siempre que el nivel de estrés justifique su aplicación. Para casos de nerviosismo moderado, se puede aplicar sedación suave, con esta el paciente se encuentra despierto pero en estado de relajación.
Es muy importante que esta medicación la aplique un médico anestesiólogo, con todo el instrumental necesario para su trabajo, esto para que se minimicen los riesgos inherentes al uso de estos fármacos.
Características que debe tener un odontopediatra
- Formación universitaria. Es muy importante la educación formal. Además debe tener especialización para trabajar con niños, debe ser un profesional con formación constante, al día con los más recientes avances de la odontología.
- Empatía. Cualquiera que trabaje con niños debe tener un nivel de sensibilidad alto, pero especialmente un odontólogo debido a la naturaleza de los tratamientos. Los niños requieren que los traten con cariño, respeto y que sepan ganarse su confianza.
- Apoyo multidisciplinario. Es importante que el odontólogo trabaje en una clínica con servicios multidisciplinarios. De manera que cualquier necesidad que surja sea resuelta.
- Instrumentos de calidad. Es fundamental que el instrumental y los insumos utilizados sean de máxima calidad, ya que los procedimientos odontológicos son muy delicados y los materiales de mala calidad pueden perjudicar la salud.
- Habilidades de comunicación. El odontólogo debe poder explicar los tratamientos y procedimientos con detalles para que los pacientes entiendan lo que les van a hacer. También deben poder exponer la naturaleza de las patologías que trata. En el caso de los niños, deben oír estas explicaciones en su propio lenguaje, de manera empática y sin detalles perturbadores.
- Educador. Debe tener una vocación orientada a la educación preventiva. Enseñar los hábitos de higiene bucal de manera lúdica y cordial, además de los demás cuidados que se debe tener con las piezas dentales.
- Ambiente agradable. El espacio de atención para los niños debe ser divertido y estimulante, que se sientan en confianza y bienvenidos.