El autoexamen de senos, o autoexamen mamario, consiste en una revisión que realiza la misma mujer, en esta zona de su cuerpo; en busca de cambios o inconvenientes en el tejido mamario. Como es una inspección que realizas por ti misma, sentirás o verás si hay algo anormal.
Para determinar las condiciones en que se encuentran los senos, cuando realizas el autoexamen, te puedes valer de tus ojos, y manos para comprobar si existe alguna alteración. Es por ello, que resulta conveniente practicarte el autoexamen periódicamente.
El momento ideal para realizar el autoexamen de los senos, es cuando han pasado más de cinco días luego del período; puesto que en esta fase del ciclo menstrual no están tan sensibles las mamas. Ahora bien, si ya estás en la menopausia, escoge el mismo día de cada mes, para practicar esta exploración.
En caso de que notes alguna variación atípica en tus senos, cuando realices el autoexamen, consúltalo con tu medico lo antes posible. Así te indicará estudios pertinentes para saber cuál es la situación. Pues, aunque mediante la auto exploración no se puede determinar ninguna enfermedad de las mamas directamente, algunos cambios pueden indicar algo grave.
Por esta razón, los médicos siempre sugieren la conveniencia de que las mujeres estén familiarizadas con sus mamas y se ejecuten el autoexamen; para que entiendan qué es normal e informen cualquier modificación de inmediato.
Manera de realizar el autoexamen mamario
Puede ser acostada, bien sea sobre la cama o una superficie plana y estable; ya que en esta posición el tejido mamario quedará relajado. En la ducha, al bañarte con el jabón es más fácil que tus dedos se deslicen sobre la piel; y sentada o de pie frente a un espejo.
Otro detalle importante, es que tengas una orientación demostrativa de cómo hacer el autoexamen, puesto que puede resultarte ventajoso tomar instrucciones y analizar la técnica con el médico; de este modo, te sentirás más segura cuando lo hagas en casa.
Para la exploración si estás acostada, es de la siguiente manera: ubícate boca arriba, con una mano por detrás de la cabeza y con la otra mano, usa los dedos índice, medio y anular; presiona suavemente pero con firmeza, haciendo movimientos pequeños para examinar todo el seno.
Partiendo desde de la areola hacia afuera y luego presionas suavemente el área del pezón con los dedos. Repetir todo este proceso en el seno opuesto. Seguidamente, estando sentada o de pie, frente a un espejo con los brazos a los costados y sin sostén, observa al espejo y ve si hay arrugas, hoyuelos o alteraciones en la forma, tamaño o simetría
También aprecia la textura de la piel, y si los pezones están caídos, levanta los senos para observar si los pliegues de la base son proporcionados o sale secreción; igualmente examina las mamas con los brazos levantados sobre tu cabeza y las palmas de tus manos presionadas una sobre otra.
Finalmente, toca la parte de las axilas, ya que el tejido mamario llega hasta allí. Es una buena idea que uses algún diagrama de imágenes, donde indican las áreas a cubrir y cómo realizar cada paso del autoexamen de senos.
¿Porque es necesario el autoexamen de los senos?
En primer lugar, es favorable ya que así conocemos como es normalmente esa zona de nuestro cuerpo. Por otro lado, puede ser común que se detecten algunos bultos o protuberancias en los senos (por los cambios hormonales del ciclo menstrual).
Acude al médico si: tienes abultamiento duro cerca de la axila o el seno; enrojecimiento, hinchazón, dolor o picazón del seno y /o secreción sanguinolenta del pezón.