Una circunstancia que a la mayoría nos causa cierto temor, es que vayamos a tener algún accidente o nos hundamos cuando viajamos por mar. Por supuesto, es normal que nos pongamos nerviosos, pero es crucial tratar de mantener la calma en todo momento, para poder actuar con sensatez. Por lo que en este artículo te daremos algunas sugerencias sobre qué hacer ante un naufragio.
Qué hacer antes de abordar una embarcación
Es súper importante, que conozcamos dónde se ubican los diversos dispositivos de flotación una vez que abordemos la embarcación; bien sea un viaje corto dentro del puerto, excursión o un crucero; pues ante alguna situación de naufragio resultan de gran utilidad.
Cabe destacar, que existen ciertos elementos básicos que favorecen en caso de un naufragio, y son: el conocimiento, el equipo y entrenamiento. Estos forman una triada fundamental ante esta situación; empezando por conocer el equipo de emergencia, saber su funcionamiento y ubicación.
Claro está, la idea no es siempre ir pensando que se va a naufragar, pero si hay que estar preparado en caso de accidentes; y por supuesto con la finalidad de divertirse y disfrutar del viaje.
Los expertos sugieren llevar un equipo de supervivencia que contenga lo siguiente: un cuchillo filoso, un pito o silbato y unos guantes de cuero. Así como, un bolso pequeño que se cuelgue en la espalda con: un envase hermético lleno de agua para tomar, una manta, un cambio completo de ropa, una lámpara portátil, botiquín de primeros auxilios y una identificación con todos tus datos.
Qué hacer ante un Naufragio
Un dato que se tiene que tener presente si llegas a pasar por un naufragio, es dejar como última opción el abandono del barco; pues aunque parezca absurdo hay que tratar de mantenerse en la nave lo más posible; así es más fácil que los equipos de rescate te ubiquen. Y por otro lado, el capitán es el facultado para indicar cuándo se debe dejar el barco.
Si en definitiva debes desalojar el barco, lo conveniente es esperar que se detenga totalmente; así sabrás por donde te tienes que bajar, bien sea una escalera, rampa, red o el bote o lancha salvavidas, teniendo presente que debes llevar lo estrictamente necesario.
Igualmente, si no dispones de salvavidas, ubica algún objeto que te facilite el flotar cuando estés en el agua, por ejemplo: maderas o troncos, asientos, entre otros. Y trata de alejarte lo más posible de la embarcación, para evadir que cuando se hunda el barco, te atraiga o te enredes con algo.
En el agua o en un bote salvavidas.
Ya en el agua, trata de permanecer en grupo, de este modo se mantiene el calor; y lo mejor es crear turnos de guardia para vigilar en busca de barcos que puedan auxiliar. A partir de ese momento, la calma, confianza, y no perder la esperanza es indispensable para la supervivencia.
Mantenerse bien hidratado, trata de racionar el agua potable que tengas a disposición (lo recomendable es tomar de 500ml a 1000ml diarios); puedes almacenar agua de lluvia, protégete del sol y evita ingerir agua salada, ya que te deshidratarías mas rápido.
Trata de mantener el control de tu respiración; haciéndolo de manera lenta, ya que así, favoreces la relajación, disminuyes tu metabolismo, y ahorras el consumo de agua por parte de tu cuerpo al transpirar menos.
Procura estabilizar alguna lesión existente, aprovechando al máximo lo disponible o improvisa de ser necesario; lo importante es lograr la supervivencia en dichas condiciones adversas. Así mismo, raciona la comida que tengas y consúmela de a poco.
Se debe enviar señales de ayuda (mayday), en caso de ver otro bote, lanzar bengalas rojas o botes de humo naranja de día; y de noche hacer la señal SOS en código Morse.