Las fundas para sofás son el aliado ideal tanto si se desea proteger la tapicería del mueble como para dar nueva vida y un aspecto renovado a los mismos que pueden haberse deteriorado con el paso del tiempo y el desgaste de los tejidos. Además, cada vez hay más modelos disponibles, por lo que encontrar uno que combine con el resto del salón no será difícil porque existen desde los más clásicos hasta los más modernos y dinámicos.
Fundas de sofás: Proteger y cuidar
Como ya se ha dicho, las fundas de sofá son ideales para ofrecer protección a los tejidos o textiles con los que está tapizado el sofá, sobre todo si en casa hay niños pequeños o mascotas que puedan ensuciar o causar daño a las telas. Con este tipo de protección, el sofá se verá nuevo o renovado, pues existen miles de colores y diseños que pueden, incluso, cambiarse y siempre se tendrá un sofá diferente.
Así lo sabe Maxifundas, tienda que ofrece una enorme variedad de fundas protectoras para poder disfrutar de un sofá que se vea nuevo y a la moda por mucho más tiempo y sin preocupaciones de que el sucio o las manchas lo dañen Lo mismo ocurre si se tiene una mascota. La caída del pelo y las garras del gato o las patas sucias del perro son otros «peligros» que se pueden evitar cubriendo el sofá. Solo basta quitar la funda, lavarla y vuelve a verse todo como nuevo.
Además de tenerlas a medida, en el mercado se encontrarán fundas ya confeccionadas que son fáciles de adaptar a diferentes modelos y tamaños. Además poseen tapas ajustables, más adaptables y están disponibles en una gran variedad de tamaños, materiales y colores.
Otra de las ventajas de utilizar una funda de sofá es que permitirá dar un nuevo aspecto a la decoración del salón. Si se cambia de estilo con otros muebles complementarios o se pintan las paredes de otro color, solo basta buscar unas fundas de sofá que hagan juego y no habrá necesidad de cambiar el mueble.
Además, si nunca se ha comprado un sofá con tapicería estampada, de colores vivos, flores, rayas u otros diseños dinámicos y audaces, se puede probar una funda de sofá con este aspecto a ver qué tal va con el salón en general.
Se encontrará una gran variedad de modelos adaptables, disponibles en diferentes tamaños y estilos. Son fáciles de poner, quitar y lavar para ayudar a renovar el aspecto de tu sofá tantas veces como se quiera.
Practicidad y economía
Los tapizados ajustables de tejidos sintéticos que “abrazan” al sofá son una alternativa mucho más económica que tapizar de forma permanente con tela más rígida. Esto es algo que hay que tener en cuenta si va a renovar su sofá con una nueva tapicería, especialmente si la estructura que soporta el mueble está en buen estado, es de madera dura o maciza o si es de metal resistente.
Son muy populares las fundas de sofá fabricadas con tejido superelástico, lo que hace que estas se adapten como un segundo asiento. Se acomodan a casi cualquier forma y tamaño de sofás.
También serán muy prácticas en verano, tanto para preservar el color de la tapicería, sobre todo si el sofá está colocado en una zona expuesta a mucho sol.
Qué fundas para sofás elegir
Con las fundas para sofás elaboradas en tapicerías o tejidos elásticos se podrá envolver el sofá de forma muy rápida, fácil y eficaz. Sin embargo, estas sólo se pueden poner en sofás que tengan cojines extraíbles.
Así que si el sofá tiene cojines de asiento fijos o reposabrazos muy blandos o voluminosos, es mejor escoger una funda para sofás multielástica. Otra opción es la funda super elástica, que está fabricada con un tejido muy ajustable que confiere a la funda flexibilidad en todas las direcciones.
Se adaptan a todos los sofás estándar con reposabrazos de una anchura no superior a 30 cm aproximadamente y son adecuadas para sofás con cojines de asiento fijos y extraíbles. Si el mueble es muy voluminoso, estas fundas deslizantes serán sin duda la mejor elección debido a su nivel de elasticidad.