En los últimos años, en el mercado se ha hecho hueco una sustancia que cada vez va cogiendo más fuerza, conocida como cannabidiol, que permite tratar diversas enfermedades y es de gran ayuda en casos de problemas inflamatorios graves. En este artículo se muestran más detalles sobre los usos y efectos de esta sustancia.
En primer lugar, es imprescindible indicar que el CBD o cannabidiol, es un compuesto 100% natural que proviene de la planta Cannabis Sativa L, de forma que concretamente se encuentra presente en la flor resinosa de dicha planta. Este compuesto no es psicoactivo o psicotrópico, y cada vez se están realizando más estudios sobre sus innumerables propiedades, sobre todo en el ámbito médico, orientado para su uso terapéutico, mejorando así la calidad de vida de multitud de enfermos con algún tipo de enfermedad crónica. Las propiedades terapéuticas presentadas por el CBD están avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), gracias a sus bajos niveles de toxicidad en el organismo, siendo además un producto que no crea ningún tipo de dependencia al consumidor, ni física ni psicológica.
El cannabidiol permite tratar enfermedades como serían el insomnio, la ansiedad, y hasta la epilepsia y el cáncer, siendo también muy útil en enfermedades que son complicadas de tratar de tipo inflamatorio, como la fibromialgia, e incluso enfermedades neurodegenerativas. Sus propiedades terapéuticas más importantes, aparte de la inflamatoria y analgésica, es que actúa como neuroprotector, antitumoral, antipsicótico, inmuno-modulador, antioxidante o anticonvulsionante.
Formatos del cannabidiol
El consumidor podrá encontrar CBD en diversos formatos en el mercado, que a continuación se detallan, además de encontrarlo en forma de flores para inhalar mediante su vaporización o para fumar directamente.
Los aceites hechos con CBD pueden usarse mediante cremas o lociones de forma tópica, así como por vía oral en forma de cápsulas de gel o cápsulas tradicionales, y de forma sublingual con aerosol.
También es fácil encontrar cremas de CBD en forma de bálsamos, pomadas o ungüentos, que son de aplicación tópica, siendo la opción perfecta para situaciones en las que se sufre inflamación, dolor localizado, cualquier tipo de infección o afección en la piel. Para deportistas también existen cremas específicas con cannabidiol.
A la hora de comprar alguno de los productos presentados anteriormente, es importante acudir anteriormente al médico, ya que será quien indique la dosis y el formato a utilizar. La adquisición del tratamiento se puede realizar en determinados puntos de venta e incluso se tiene la posibilidad de comprar CBD online.
Efectos secundarios del CBD
Tal y como se ha comentado antes, el CDB es una sustancia muy segura, siempre y cuando se utilice de la forma adecuada, teniendo una toxicidad muy baja sobre el organismo y presentando escasos efectos secundarios, aunque son dignos de mención.
Los CBD efectos secundarios más comunes son estreñimiento, cambios de apetito, sequedad de boca, náuseas o diarrea, bajadas de tensión, cansancio y mareos.
Estos efectos secundarios comentados dependen de la vía de administración y son completamente limitados, como máximo pueden tener una duración de unas horas.
En el caso de que el CBD se consuma de forma sublingual, se evitan prácticamente todos los efectos secundarios, ya que se limita a sequedad de la boca. Este formato es el más recomendable para conseguir un efecto continuo y estable.
Al igual que ocurre con el uso sublingual, el uso inhalado también consigue evitar la mayoría de efectos adversos, aunque en este formato hay que prestar atención a las posibles bajadas de tensión dependiendo de la concentración del producto.
Al realizar el consumo de forma ingerida el paciente también tiene más posibilidades de sufrir efectos adversos, prácticamente en su totalidad, dificultando también la obtención de un efecto estable del medicamento como ocurre en los casos anteriores.
Por último, si el paciente hace uso del CBD de forma tópica debe quedar completamente tranquilo, este tipo de administración no implica ninguno de los efectos adversos que se han indicado con anterioridad. En este apartado no se incluyen los parches transdérmicos, ahí la administración es completamente distinta a la tópica.