Nuevos tiempos han llegado al sector financiero. Como en otros ámbitos de la empresa y la ciudadanía, la tecnología está dando novedosas soluciones a necesidades de toda la vida. Y si bien las entidades bancarias clásicas ya iniciaron hace tiempo su adaptación mediante la digitalización, como ocurre con la banca electrónica, los avances tecnológicos y un mayor hábito de la sociedad a los entornos digitales han propiciado la aparición de la Fintech.
Las Fintech y sus ventajas
El nombre viene de aunar dos conceptos: “Finance” y “Technology”. Estas compañías, de aparición reciente, prestan servicios y ofrecen productos financieros en un innovador entorno digital. Las ventajas son, principalmente, la comodidad para el usuario, la simplificación de muchos procesos, el hecho de poder ofrecer precios más competitivos por haber reducido costes y la transparencia, aunque la lista podría continuar. Entre su oferta se encuentran las posibilidades de inversión, de conseguir financiación, o la gestión patrimonial, entre otros.
Lo cierto es que, en gran medida, aparecieron como competidoras de empresas asentadas en el mundo financiero, como los bancos o las agencias de bolsa. Estas empresas del entrono digital hoy ofrecen herramientas que eran, tradicionalmente, propias sólo de las entidades financieras clásicas, como las tarjetas de débito. Por ejemplo, la empresa NAGA, una de las principales plataformas para invertir, está ofreciendo esta posibilidad a través de su app con NAGA Pay, una tarjeta integrada en su entorno que permite realizar pagos como las clásicas de los bancos.
Su auge, especialmente en los últimos cuatro años, ha sido más que evidente, no sólo en materia de movimiento de activos y fondos, sino también en la proliferación de este tipo de empresas, que se han duplicado en España entre 2019 y 2021. Los clientes aprecian su transparencia, al igual que su atención al cliente, la sencillez de su entorno y su agilidad. Este fenómeno ha provocado que muchos bancos se replanteen su estrategia frente a estas compañías Fintech. Los intentos por competir contra “el enemigo” están dando paso a otro tipo de iniciativas, como colaborar con éstas o adoptar algunas de sus ideas que, como se ha demostrado, han tenido notable éxito y aceptación.
La empresa tradicional financiera aprende de la competencia
Además de algunas colaboraciones entre ambos modelos de empresa financiera, algunos de los conceptos que las compañías quieren introducir son, por ejemplo, ir más allá en la digitalización y perfeccionar el entorno en el que el usuario puede operar; a este respecto, una empresa como NAGA, una de las principales, con más de un millón de clientes, aúna en una sola aplicación herramientas como la posibilidad de realizar inversiones en diversos activos (CDF, Criptomonedas, Forex, etc…), información actualizada, formación para traders o el ya citado NAGA Pay, entre otras opciones.
Otros aspectos potenciales a incorporar serían la reducción de costes para ofrecer precios más competitivos, disponer de herramientas técnicas más novedosas para asegurar la seguridad o la privacidad, aumentar la transparencia, mejorar los servicios de atención al cliente (con horarios más amplios y canales más modernos) o hacer uso de la tecnología de vanguardia de forma más ágil, como el Big Data o la Realidad Virtual; aspectos que las Fintech ya trabajan por su propia naturaleza técnica.
Cabe señalar que este fenómeno ha sido muy beneficioso para el usuario, ya que ha representado una motivación para las empresas tradicionales en orden de mejorar su servicio debido a la competencia que han representado las Fintech. Por otra parte, su aparición ha dado más opciones a gran parte de la sociedad, que han visto como la tecnología les brindaba la ocasión de realizar operaciones que antes eran harto complejas y que ahora han ganado en sencillez y comodidad, democratizando muchas opciones de cara al gran público.
En el futuro inmediato veremos más ejemplos de adaptación y colaboraciones entre ambos modelos, especialmente cuando la tecnología avanza tan rápidamente y la sociedad incorpora, a mayor ritmo, estos cambios y se sumerge, más, en el entorno digital. Será interesante comprobar cuáles serán los nuevos retos y desafíos, así como lo que los usuarios demandan y aprecian de cada una de las tipologías de empresas a medida que van evolucionando.