LONDRES (AFP) – El tribunal más alto de Gran Bretaña decidirá el viernes (26 de febrero) si Shamima Begum, una mujer que perdió su ciudadanía británica al unirse al grupo Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) en Siria, puede regresar para impugnar la decisión. .
La Corte Suprema debe pronunciarse a las 9:45 GMT (5:45 pm hora de Singapur) sobre el caso, que ha llegado a ser visto como una prueba de cómo los países tratan a los ciudadanos que se han unido a los extremistas.
Begum, que ahora tiene 21 años, dejó su casa en el este de Londres a la edad de 15 para viajar a Siria con dos amigos de la escuela y se casó con un guerrero del ISIS.
En 2019, le dijo a The Times que no se arrepintió de haber viajado a Siria y que no se había “molestado” cuando vio una cabeza cortada arrojada a un bote de basura.
Gran Bretaña revocó su ciudadanía en 2019 por razones de seguridad nacional en medio de protestas lideradas por periódicos de derecha.
Begum está recluida en un campo en malas condiciones, mientras que su esposo está detenido en Siria y sus tres hijos han muerto.
Ella está solicitando permiso para regresar a Gran Bretaña para poder impugnar legalmente su pérdida de ciudadanía.
Sostiene que la decisión fue ilegal porque la convirtió en apátrida y la expuso al riesgo de muerte o tratos inhumanos y degradantes.
Begum es descendiente de Bangladesh, pero el ministro de Relaciones Exteriores del país dijo que no consideraría otorgarle la ciudadanía.
El Tribunal de Apelación dictaminó en julio del año pasado que Begum necesitaba regresar para montar una apelación justa y efectiva.
Pero el Ministerio del Interior, por su parte, apeló la decisión, insistiendo en que se mantenía “en línea” con la organización terrorista ilegalizada.
Un abogado del gobierno dijo a la Corte Suprema en noviembre que su regreso crearía “un mayor riesgo de terrorismo”.
Su equipo legal argumentó que esto no negaba la necesidad de una audiencia justa.
Los grupos de derechos humanos han argumentado que los principios de derechos humanos están en juego y Begum debería rendir cuentas por cualquier delito en su país de origen.
El tabloide Sun la llamó “fanática vil” que “no tiene lugar en nuestro suelo”.
Begum dice que se casó con un holandés convertido poco después de llegar al territorio controlado por ISIS. Fue descubierta, embarazada de nueve meses, en un campo de refugiados sirios en febrero de 2019.
Su bebé recién nacido murió poco después de que ella diera a luz. Sus otros dos hijos también murieron en la infancia bajo ISIS.