De acuerdo a cifras aportadas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se ha venido observando un incremento sostenido interanual en todos los tipos de disolución matrimonial. Y es que la tendencia a que haya más divorcios que matrimonios en España sigue en aumento, con leves disminuciones en algunos periodos, pero de promedio siempre con incidencia a continuar incrementándose.
Con la paralización de los procesos judiciales a causa del confinamiento por la pandemia, la tasa de divorcios bajó durante los primeros meses del año. Sin embargo, una vez se comenzaron a restablecer progresivamente las actividades, ya para el tercer trimestre de 2020 se dispararon las solicitudes.
Según el CGPJ, en el tercer trimestre de 2020 hubo 14.835 demandas de divorcio consensuado (17,7% más que en 2019), y 9.809 de divorcio no consensuado (15% más), por solo mencionar algunos tipos de disoluciones matrimoniales.
Han señalado los especialistas que el confinamiento durante los primeros meses de 2020 fue caldo de cultivo para que afloraran aún más las diferencias que muchos matrimonios llevaban años acumulando, por lo que estaba más que previsto que una vez se reabrieran los despachos judiciales, las demandas de divorcios iban a aumentar.
Al confinamiento se sumó la crisis económica, otro factor que ha sido determinante para agravar los conflictos de pareja.
La asesoría de especialistas es fundamental
Para cualquier tipo de disolución de una unión matrimonial que se vaya a realizar, sea consensuada o no, se debe contar con la asesoría y asistencia de un abogado. Existen despachos con especialistas en Derecho de familia que son los ideales para llevar procesos de divorcios en Barcelona, y cualquier otra zona del país, ya que siempre tienen como objetivo principal que se realicen de manera rápida, profesional, y sobre todo, de manera muy ventajosa para sus clientes.
En España existen dos tipos de divorcio, el más común es el de mutuo acuerdo, el cual tiene una variante que es el divorcio exprés. En este caso, ambas partes manifiestan el deseo de divorciarse de forma amistosa y, siempre con apoyo de abogados, acuerdan la manera de proceder a la separación legal sin que sea necesario hacer un juicio, siendo una vía rápida, tranquila y económica.
Un tipo de divorcio de mutuo acuerdo es el exprés, que nació tras la entrada en rigor de una ley en 2015 que creó esta figura. Es la opción más rápida cuando ambos cónyuges están de acuerdo, de hecho, el proceso puede llegar a durar apenas 3 meses. Los costes son mucho menores que en otro tipo de divorcios.
La otra figura que existe, es la del divorcio contencioso, en el cual las partes implicadas no llegan a un acuerdo, es un proceso más complicado en el que un juez es quien toma las decisiones. Al llegar a las instancias judiciales, obviamente la asistencia de abogados es esencial.
Se dispara la tasa de divorcios en mayores de 60 años
Un aspecto importante a destacar, lo que años atrás prácticamente no ocurría o con prevalencia mínima, hoy se está viendo con mucha frecuencia, el divorcio de parejas integradas por personas mayores.
Muchos quizás consideran que es poco probable que personas que tienen una vida ya construida, y a quienes les costaría “comenzar de nuevo”, decidan dar el paso del divorcio. Pero la realidad es que los registros actuales dan cuenta de que se disparan las separaciones de parejas que pasan de los 60 años, una tendencia que se ha dado de manera tal que, incluso, ya se ha bautizado como “rupturas plateadas”.
De hecho, según cifras del INE, hace 10 años los divorcios de parejas cuya edad estaba cerca o pasaba de los 60 años, registraban el 17,9% del total, mientras que en la actualidad suponen un 28% aproximadamente.
Uno de los contextos que en parte influye en este incremento, es que hoy en día la mujer es mucho más independiente que en épocas pasadas y ya los costes que debe afrontar al separarse no son tan elevados. Así como sucede con los hombres mayores, o de cualquier edad en general, la mujer también tiene deseos, anhelos, y se siente capacitada y preparada para rehacer su vida, y lo concreta.
En los despachos de abogados son muy comunes los casos de mujeres que manifiestan que sus matrimonios no funcionan desde hace mucho tiempo y que, una vez criados y encaminados sus hijos en sus propias vidas, quieren darse la oportunidad de sentirse más felices, y una de las maneras de hacerlo es a través del divorcio.
Otra de las razones a las que se le atribuye el incremento de divorcios en personas mayores, es que la esperanza de vida ha aumentado. En general, hombres y mujeres, llegados los 60 años ahora son de espíritu joven, por lo que se sienten con bríos e ilusión de vivir nuevas experiencias, sin compromisos.
Es también oportuno señalar que, según los especialistas, en las separaciones de parejas de edad madura se pueden ver matices de todo tipo, no necesariamente son procesos apacibles y consensuados, lo que se podría pensar es la mayoría de los casos por tratarse de personas mayores.
Cuando la situación de la pareja es holgada, desde el punto de vista económico, por lo general los procesos de divorcio se cierran rápidamente. Lo que menos desean los involucrados es que se ventilen todos los detalles de sus vidas privadas en los tribunales. En estos casos son decisiones que han sido suficientemente meditadas, incluso, que se han ido pensando años atrás.
También se dan los casos de matrimonios de personas mayores que se fracturan por una tercera persona, situaciones en las que los procesos de divorcio se vuelven más complicados, así como también sucede cuando se presentan situaciones en las que los hijos quieren intervenir en el reparto del patrimonio.