Es importante contar con un buen manual de mantenimiento de ascensores, a la par que revisar sus mecanismos de seguridad de forma asidua y preventiva evitará posibles averías más complejas
Los ascensores son un mecanismo de accesibilidad que tienen los edificios para facilitar el tránsito de personas, materiales y paquetería. La propia normativa obliga, ya, a que los edificios con ciertas características contemplen la instalación de estos elementos a fin de evitar posibles barreras arquitectónicas y de movilidad en el futuro.
Por todas esas razones, se han convertido en un gran aliado del confort y de la optimización del suelo. Porque, las construcciones en vertical ayudan a ahorrar metros cuadrados ocupados, se hacen ciudades más sostenibles, se concentra la población o la actividad empresarial en menos espacio y, por ende, contar con estos elevadores es casi obligatorio.
Así pues, la sofisticación de su mecánica, el confort que ofrecen los habitáculos, los sistemas de seguridad que se aplican e incluso el diseño, las piezas y los materiales que conforman un ascensor, en su conjunto, son milimétricamente calculados y dispuestos.
Sin embargo, es esencial, mantener un ascensor de forma preventiva, es decir, hacerle revisiones periódicas a cargos de profesionales que tengan a punto, siempre, la mecánica y la instalación. El engrasado de las piezas, la correcta limpieza de los mismos, hacer pruebas de los sistemas de seguridad, todo ello, contribuye, sobre todo, a evitar males mayores. Por tanto, las revisiones pertinentes tendrán siempre a punto al ascensor, pero, sobre todo, previene que se sucedan hechos fortuitos indeseables en su mecanismo.
En ese sentido, hay que destacar que es mucho más rentable mantener un ascensor que esperar a una avería, que, en algunos casos, es más costoso de solventar y, por tanto, las consecuencias son mucho más graves.
Razones, las expuestas, para determinar que contar con un equipo de técnicos expertos que estén las 24 horas disponibles, todos los días de semana es un servicio que, desde luego, debe ser imprescindible para cualquier comunidad de vecinos o dueños de edificios en los que haya un ascensor.
Estos son los mantenimientos preventivos más usuales
Es evidente que la periodicidad de los mantenimientos no es la misma para unos elementos que para otros. Sin embargo, se va a establecer, en este punto, un listado de operaciones que se recomiendan, así como la periodicidad en la que debían procesarse.
De este modo, cualquier comunidad de vecinos o edificio de oficinas o administración pública puede calendarizar las actuaciones en los ascensores que dependen de sus competencias.
Se recomienda revisar una vez al mes
El gran uso que tienen los ascensores en los bloques de viviendas con gran altura, en los hoteles, los hospitales o las tiendas de ropa y centros comerciales hace que las alarmas deban ser revisadas una vez al mes. Gracias a estos mecanismos es posible comunicarse con el exterior, por lo que contar con ese elemento a pleno rendimiento es vital. Al mismo tiempo, todos los componentes de la cabina, luces, cuadro de mando, asideros, revestimiento. También mensualmente es conveniente hacer una correcta nivelación y ver si el arranque de cada trayecto y la parada del ascensor es la adecuada. En esa línea, las puertas, que abran y cierren bien, es de vital importancia.
Mantenimientos al trimestre y al semestre
Una vez cada tres meses es muy recomendable dar un baldeo al foso y poner foco en que los frenos funcionen correctamente. Comprobar que los niveles de aceite tanto del motor, como de la máquina están en su lugar y de no ser así detectar la fuga y solventarla. Hacer una limpieza de la pisadera de puertas y del cuarto de máquinas no estaría nada mal.
Poniendo el foco en lo que estos técnicos deben realizar en los ascensores con una asiduidad de dos veces al año, es decir, cada seis meses, están tareas como: comprobar que la luz de emergencia funciona bien. En el aspecto de limpieza, las puertas de la cabida deben ser repasadas y poner atención en el estado del patinaje y la tensión del cableado.
Anualmente
Los ascensores deben revisar sus amarres de cabina. Esto es fundamental, ya que eso protegerá a los usuarios y alarga la vida útil de los ascensores que es, por otro lado, dilatada.
Es preciso que se verifique el paracaídas y las articulaciones, así como la tensión del cableado.
Estas tareas, unidas a un equipo profesional de primer nivel son las que hacen que los ascensores tengan una larga vida y cumplan con su funcionamiento a pleno rendimiento durante mucho tiempo.
Es esencial tener un manual correcto de mantenimiento
Para que las empresas de mecánica industrial que se dediquen tanto al montaje como al mantenimiento de ascensores hagan un uso correcto de las técnicas, deben tener a su alcance un correcto y completo manual de mantenimiento de ascensores. Esta útil herramienta pormenoriza cada uno de los procesos que se deben implementar para tener un ascensor en su puesta a punto perfecta.
De ahí que empresas solventes del mercado, como MP tengan a disposición este catálogo de tareas perfectamente descritas y que sirven de biblia a los profesionales de la mecánica de ascensores. También es bueno que las comunidades de vecinos, así como los administradores de fincas tengan a mano este tipo de documentos, pues le sirven para detectar posibles anomalías y, en la máxima brevedad, darles soluciones correctas.
En cualquiera de los casos, de lo que se trata siempre es de contar con los profesionales más adecuados. Aquellos que como Ascensores Ruiz tienen una gran trayectoria, no solo en la instalación de este tipo de elevadores, sino que se han especializado en el mantenimiento de los mismos y lo hacen bajo el paraguas de la más alta cualificación, así como utilizando las técnicas y las herramientas más eficaces.
Por último, es destacable decir que, los ascensores siguen siendo un elemento fundamental para transporte de personas y también de materiales, como por ejemplo los montacargas de edificios como hospitales, hoteles u oficinas.