NIZA, FRANCIA (AFP) – La organización cultural de las Naciones Unidas dijo el martes (27 de julio) que había agregado la ciudad mediterránea francesa de Niza a su lista del patrimonio mundial.
La Unesco hizo el anuncio en un tuit llamado Niza, famosa por su clima templado, la “ciudad turística de invierno de la Riviera”.
Niza se une a los más de 40 sitios del patrimonio mundial de Francia, que incluyen las orillas del río Sena en París, la catedral de Amiens, el Mont Saint Michel y tramos del valle del Loira.
“La historia de Niza, que está profundamente arraigada y es a la vez abierta, mediterránea y alpina, europea y cosmopolita, ha producido una arquitectura y un paisaje únicos, un modelo para muchas otras ciudades del mundo”, dijo el alcalde de Niza, Christian Estrosi, en reacción a el anuncio.
Con casi un millón de habitantes, la Gran Niza es la segunda ciudad más grande de la costa mediterránea francesa, después de Marsella, y la quinta más grande de Francia.
Es un centro turístico con varios millones de visitantes al año, y su aeropuerto es uno de los más transitados del país.
Apodada “Nice the Beautiful”, la ciudad atrajo a la aristocracia europea del siglo XVIII, comenzando por la realeza británica que nombró el “Promenade des Anglais” (“Paseo de los Ingleses”) junto al mar.
También se alojaron pintores como Marc Chagall y Henri Matisse, así como los escritores Anton Chekhov y Friedrich Nietzsche.
El paseo junto al mar se convirtió en el escenario de un ataque asesino el 14 de julio de 2016, cuando un tunecino de 31 años conducía un camión entre las multitudes reunidas para los fuegos artificiales para celebrar la fiesta nacional de Francia.
Ochenta y seis personas, incluidos 15 niños, murieron en el ataque del que el Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad.
El organismo cultural de la ONU otorga el estatus de patrimonio mundial a lugares considerados de especial valor universal para la humanidad.
Los principales sitios del patrimonio incluyen la Gran Muralla China, la Gran Barrera de Coral en Australia, Machu Picchu en Perú y la Acrópolis en Grecia.
La codiciada distinción aporta beneficios intangibles, pero a menudo también fomenta el turismo y puede ayudar a asegurar la financiación para la preservación del sitio.