El hogar es nuestro principal refugio. Es el lugar donde somos más capaces de ser nosotros mismos, donde vivimos una gran cantidad de situaciones y emociones que nos pueden marcar para el resto de la vida. Convertir el mismo en un espacio que sea ideal para estar, donde el confort sea una de las principales metas, debería estar en la lista de tareas por cumplir de todos y, para eso, una buena climatización es clave.
Las tareas de climatización del hogar se deben orientar a mantener una temperatura que resulte agradable durante todo el año y que esta pueda sentirse en cualquier espacio de la casa. Un aire acondicionado es uno de los aparatos imprescindibles para lograr este objetivo, porque ayudará a afrontar los calurosos días de verano.
Climatización durante el verano
En el verano, las temperaturas casi siempre se ubican por encima de los 25 °C y, en ocasiones, pueden superar los 35 °C. La realidad es que eso es un calor excesivo para cualquier ser humano y hace falta tener disponible un sistema de enfriamiento que ayude a que, dentro de casa, la realidad que se viva sea totalmente diferente.
En el mercado existen muchos tipos de aires acondicionado que se adaptan a todas las exigencias, tanto en lo que respecta a capacidad, como al aspecto estético. A la hora de comprar hay que fijarse en las marcas que estén disponibles y seleccionar una tienda que sea especialista en esta materia, ya que ofrecerá seguridad en los productos y podrán realizar el proceso de instalación.
Climatización durante el invierno
Ahora llega el momento opuesto, y es cuando las temperaturas descienden tanto que todos anhelamos un lugar en el cual resguardarnos y mantenernos calientes. Existen diversas estrategias para lograr este objetivo, una de ellas es con el uso de calderas de gas, las cuales están siendo fabricadas con un nivel máximo de eficiencia, lo que puede reducir el consumo de gas hasta en un 40%.
Según la clase de caldera que se busque, se podrán conseguir las que funcionan con el método de condensación, que son las que permiten el ahorro antes mencionado. Estas utilizan el vapor generado por la condensación del agua para mantener todo el sistema muy caliente y así evitar que sea necesario un mayor consumo de gas para avanzar en este proceso.
Su instalación es más o menos sencilla, si se hace con especialistas. Solo hay que estar atentos a que hace falta un mecanismo de desagüe a través del cual se eliminen todos los restos que vayan quedando del proceso.
Otra opción que también es muy positiva viene representada por las calderas de gasoil. Estas calderas utilizan una fuente de energía diferente, pero que ofrecen un muy buen rendimiento también. Son calderas que se recomiendan para ser utilizadas en viviendas amplias, que exijan una importante demanda de calentamiento.
Estas son calderas que pueden funcionar a través de 3 vertientes:
- De condensación: son las calderas más avanzadas y que tienen un consumo más eficiente de energía. Tienden a durar bastante tiempo, por lo que resultan una muy buena opción para invertir.
- De fundición: tienen un sistema de trabajo tradicional, pero eso no exime que sean muy eficientes en su tarea. Existen variedades en torno a su funcionamiento (analógico o digital), por lo que se puede escoger la que mejor se adapte a los requerimientos.
- De acero: estas son calderas de un hermoso aspecto, que pueden colocarse en lugares de tránsito dentro del hogar, sin que lleguen a afectar en la dinámica decorativa. Son calderas ligeras y eficientes a nivel energético.
Mantenerse en un espacio que resulte agradable es lo que todos anhelamos, más aún si se trata de nuestro propio hogar. Para lograr esto, lo único que se necesita es buscar el apoyo de expertos que sepan guiar hacia qué tipo de equipo es el más indicado, de acuerdo con las condiciones particulares de cada persona.