Se ha convertido en un formato de financiación muy frecuente entre los usuarios, teniendo en cuenta que se pueden solicitar fácilmente y que aportan numerosas ventajas, con el añadido de poder contar en poco tiempo con liquidez, para solventar esos imprevistos que van surgiendo.
Pedir financiación cuando se tiene algún problema que otro económico siempre ha sido una práctica muy habitual. Lo cierto es que, desde hace muchos años, diversas entidades ofrecen la posibilidad de solicitar un préstamo siempre que se atiendan a una serie de condiciones. Hoy en día, un gran número de bancos, como, por ejemplo Bankia, proporcionan este servicio, si bien es cierto, cada vez más los usuarios se están decantando por buscar otros métodos de financiación más rápidos y con menores requisitos.
De esta forma, ahora se ha puesto de moda el pedir este tipo de créditos a través de Internet, sabiendo que son muchas las entidades financieras que ofrecen este servicio de manera cómoda y sencilla. Así, en la actualidad estas entidades presentan el nuevo formato online de financiación, a través del cual se pueden pedir todo tipo de préstamos, en unos sencillos pasos y sin apenas tener problemas.
Hay que decir que la tecnología ha tenido mucho que ver en todo esto, puesto que, gracias a los avances que se han dado, hoy en día no es necesario personarse en ninguna entidad ni entregar tantos documentos para conseguir estos créditos. Prácticamente con tan solo un clic, será concedido. Precisamente por ello, este formato cada vez es más popular, debido a su eficacia y rapidez.
¿En qué consisten los préstamos en línea?
Se trata de un tipo de crédito financiero que se puede solicitar directamente a través de alguna de las páginas web de las entidades propuestas. Son plataformas habilitadas específicamente para este fin, que ofrecen la posibilidad de contar con liquidez en cuestión de minutos.
Los préstamos online son productos financieros que están dirigidos especialmente a particulares, si bien, muchas entidades también permiten que puedan hacer lo propio las empresas.
Hay que decir que, entre sus características más importantes, destaca que apenas piden requisitos ni motivos por el que se solicita el préstamo. También es habitual que los plazos de devolución sean algo más cortos, siendo lo normal un mes y las cantidades a pedir suelen oscilar entre los 300 y los 5000 euros.
De igual modo, es importante comentar que una de las mayores ventajas de este tipo de créditos es que apenas hay tiempo de espera para recibir una respuesta a la solicitud o incluso para que el préstamo sea concedido.
¿Cómo se puede pedir?
Es evidente que el sector económico-financiero está cambiando y ahora, las entidades que lo conforman prefieren ofrecer servicios más rápidos y efectivos a los usuarios, precisamente de ahí radica el auge de los préstamos en línea.
En el caso de querer solicitar uno, lo primero que hay que hacer es elegir una buena plataforma para hacerlo, es decir, una entidad que ofrezca las mejores garantías al respecto.
Una vez dado este paso, hay que tener en cuenta una serie de requisitos mínimos para proceder a la solicitud. En primer lugar, todos los solicitantes deben ser mayores de edad y tener residencia en España.
También habrá que aportar una copia del DNI en vigor o, en su defecto, NIE. Asimismo, se debe presentar un documento que acredite que el usuario es el titular de la cuenta bancaria que se ha establecido.
Finalmente, habrá que añadir, junto a la solicitud, diversas vías de contacto, siendo imprescindibles un número de teléfono y un correo electrónico. Una vez facilitados todos estos datos, hay que rellenar un formulario estándar que suelen tener las diferentes entidades financieras que ofrecen este tipo de servicio.
En dicho formulario lo habitual es tener que incluir datos personales y responder a un número de preguntas de mayor o menor extensión, en función de la entidad elegida.