Coeficiente intelectual o inteligencia emocional, ¿cuál de los dos aspectos es más importante?; este es un asunto que tiene muchos años debatiéndose por los partidarios de un lado y del otro. Ahora bien, si la inteligencia emocional es considerada una herramienta de éxito, ¿cómo podemos desarrollarla? Estas interrogantes las despejaremos a lo largo de este artículo, sigue leyendo y conoce qué es la inteligencia emocional y cómo se cultiva.
Qué es la inteligencia emocional
Es la habilidad de manejar tus emociones y las de otros de una manera acertada. Se resume en 2 aspectos: saber qué sientes y cómo reaccionas a ello. Para resolver eficazmente las situaciones que a diario se presentan necesitas: conocerte para identificar que emoción estás sintiendo y cuál es su origen; además controlar tus impulsos y prorrogar la gratificación instantánea. También necesitas empatía para reconocer y aceptar qué sienten otros y por qué actúan de cierta forma.
Por último y no menos importante debes adquirir diversas habilidades sociales que te permitirán relacionarte bien con otros, resolver los conflictos que surjan a diario, comunicar claramente tus sentimientos, ideas y necesidades e influir en otros.
Anteriormente se pensaba que los mejores líderes tenían una muy buena inteligencia emocional; pero ahora se entiende que no todos los líderes son emocionalmente inteligentes.
Coeficiente intelectual o inteligencia emocional, ¿qué garantiza el éxito?
El coeficiente intelectual nos permite razonar, sacar conclusiones y obtener resultados concretos, algo determinante para tener éxito. Igual de importante es la inteligencia emocional, porque ayuda a comprender y resolver emociones, situaciones y acciones que de no hacerlo adecuadamente entorpecen o sabotean nuestro éxito personal o laboral. También el éxito depende de factores como el tipo de inteligencia que poseamos y sobre todo como la usamos.
Sin embargo, en oficios como la mecánica, profesiones científicas o contables, una persona con cierto grado de inteligencia emocional percibirá fácilmente las expresiones faciales, el lenguaje corporal y emociones de otros, pero si no lo resuelve positivamente se dispersará y afectará su éxito laboral o personal.
Las personas con una sana inteligencia emocional pueden desempeñarse exitosamente en actividades comerciales o como profesionales de la salud; pues esta les ayuda a que otros los perciban de forma positiva.
Sugerencias para mejorar tu inteligencia emocional:
Identifica que sientes antes de actuar
Por las diversas experiencias negativas que vivimos, la mayoría nos protegemos aislándonos y desconectándonos de nuestras emociones. Ahora bien, no podemos eliminar las emociones, pero si podemos entenderlas, y saber cómo influyen en las acciones y reacciones que ejecutamos. Por eso cuando una situación te lleve actuar o sentir de forma automática, detente, analiza qué sientes y de dónde se origina ese forma de actuar o sentir.
Amplia tu lenguaje emocional
Las cuatro emociones básicas son alegría, tristeza, enojo y temor, de allí se derivan las demás. Al ser más específico con lo que sientes entenderás mejor qué sientes y por qué lo sientes. Sé preciso. Por ejemplo, no utilices indiscriminadamente la palabra tristeza si lo que mejor describiría tu emoción sería decepción o dolor. Mientras más amplio sea tu lenguaje emocional, más conocimiento tendrás de ti y entenderás más claramente qué te pasa y por qué
No juzgues cómo te sientes
Las emociones existen para darte información clara sobre algo que ocurre y cómo debes reaccionar. Las emociones negativas te previenen sobre algo concreto, no las evites, escondas o dejes que te dominen. Entender la emoción que sientes te permite saber cómo enfrentar lo que sucede. Las emociones no son buenas o malas, simplemente te dan información que te ayudan a ser autoconsciente y superar los retos.