La Hernia Discal
Digamos que en la columna, entre vértebra y vértebra, hay unos discos blandos que sirven de amortiguadores de las primeras veinticuatro vértebras (o huesos) de la columna vertebral. Cada uno de estos discos permite que la columna se mueva hacia atrás y hacia adelante, hacia la izquierda o derecha, gire hacia un lado o al otro y amortigua los golpes cuando saltamos. Entonces cada vértebra se adapta y permite el movimiento de la zona lumbar o cervical.
De modo que esos discos están diseñados para recibir esas presiones alternativas producidas, por ejemplo, por el correr, saltar, agacharse, etc.; pero si estos discos reciben una presión constante y mantenida durante muchas horas al día (por malas posturas o sedentarismo, por ejemplo), se deshidratarán y empezará a salir esa gelatina o contenido pulposo por un lado (esta es la hernia discal); presionando el nervio que está en uno de los 2 lados de la vértebra.

Síntomas que Produce la Hernia Discal
Si la hernia discal presiona las raíces del nervio ciático, el dolor comienza en la región lumbar y se irradia hacia la cadera y las nalgas; después a la parte posterior de los muslos e, incluso, a las pantorrillas y los pies. Como resultado, el pie queda involuntariamente inerte por la incapacidad de los músculos de la pierna para elevar los dedos del pie. También puede experimentar pinchazos, entumecimiento y debilidad muscular en la pierna afectada.
Si la hernia discal presiona los nervios raquídeos de la cola de caballo (conjunto de nervios situados justo por debajo de la cintura que actúan sobre la vejiga y los intestinos), se pueden dificultar ciertas actividades fisiológicas, como orinar o defecar. Si presentas estos síntomas, consulta rápidamente a un médico, pues pueden ser la señal de la existencia de problemas neurológicos graves.
Medidas Preventivas para Evitar las Hernias Discales
En principio debes mantener tus músculos de la espalda, abdomen y muslos tonificados y firmes. Abdominales flácidos no dan el apoyo necesario y no oponen resistencia al efecto del peso del cuerpo sobre la columna, tensándose la espalda.
Entonces, es esencial un programa de ejercicio regular para tonificar los músculos y perder peso, y así mantener sana a la espalda. Pero si ya tienes una hernia discal, hazlo bajo la supervisión de un fisioterapeuta, para no agravar el problema.
Otros Consejos Adicionales
- No hagas movimientos rápidos ni bruscos cuando levantes objetos. En vez de doblar la cintura, dobla las rodillas.
- Pide ayuda si necesitas levantar objetos pesados.
- Si pasas aspiradora, que esta tenga el tubo con largura apropiada. En vez de doblar la cintura para aspirar debajo de muebles, apóyate en una rodilla sobre algo acolchado. Si necesitas agacharte, sujétate a algo con una mano.
- Haz ejercicios de espalda aunque solo sean de 10 a 15 minutos diarios. Si es una persona mayor, haga ejercicios moderados.
- Al hacer las camas, si intentas alcanzar el otro lado, pon una rodilla sobre la cama y apóyate con un brazo. Al meter las sábanas, arrodíllate en el suelo en cada lado de la cama.
- Si conduces largas distancias, detente a descansar. Si el respaldo no es cómodo, usa un almohadón a la altura de la zona lumbar.
- No corras sobre superficies duras y usa calzado deportivo adecuado.
- Si pasas muchas horas sentado en el trabajo, utiliza una silla con un respaldo adecuado para la espalda. Levántate de vez en cuando y da una vuelta.
- Evita zapatos de tacón alto.