FICCIÓN
UN VERDADERO BUEN TAILANDÉS
Por Sunisa Manning
Epigram Books / Paperback / 354 páginas / $ 24.90 / Disponible aquí
3 de 5
Con el telón de fondo caótico de la agitación sociopolítica de Tailandia en la década de 1970, esta primera novela es un retrato brillante de la juventud y la amistad, pero en última instancia permite que sus ideas oscurezcan su verdadera fuerza: sus personajes.
Seleccionada como finalista del premio Epigram Book Fiction Prize 2020, la novela se centra en las vidas de tres amigos.
Relata su participación en las protestas lideradas por campesinos y comunistas que envolvieron a Tailandia en ese momento, un estado de agitación que encuentra ecos en la situación actual del país, con protestas antigubernamentales que han amenazado con asfixiar a Bangkok desde el año pasado, a pesar de la continuación de Covid. 19 pandemia.
La escritora tailandesa-estadounidense Manning negocia estos problemas a través de los ojos de sus jóvenes protagonistas, Det, Chang y Lek, y sus vidas profundamente entrelazadas.
Los personajes se enfrentan entre sí. El bien nacido Det se coloca en contraste con su mejor amigo Chang, que es de los barrios bajos, y Lek, un inmigrante chino al que los dos niños llegan a amar.
Cada uno se ve obligado a elegir entre lo que se espera de sus familias y clases sociales y lo que exigen sus amistades y creencias, una tensión que impulsa el drama central de la novela.
Estos personajes están, en esencia, construidos como una crítica de la arraigada aristocracia de Tailandia, pero es su realidad la que demuestra la principal fortaleza de la novela al principio.
El lector siente lástima por Det mientras lucha por ganarse el respeto de sus colegas, a pesar de su privilegio. Su tristeza por la pérdida de su madre y su lealtad a su sangre real están en constante conflicto con sus nuevas amistades y el creciente socialismo.
Pero la línea entre personajes como personas consumadas, en lugar de simples contenedores de ideas, requiere una negociación matizada y se difumina cuando Manning permite que su trío de protagonistas caiga en caricaturas cuando el libro alcanza su clímax.
Esta sensación de irregularidad también impregna la escritura de la novela. La prosa de Manning es lírica y fluida, a menudo termina sus capítulos cortos con una floritura cuidadosa: “La bala hizo un arco y luego cayó. Hubo una quietud silenciosa. A Det no le sorprendió que su disparo diera en el medio del objetivo”.
Pero a veces es demasiado entusiasta con esta habilidad, llegando cuando debería retroceder, haciendo que su texto sea generalmente liviano y cuidadoso de una manera que roza el cliché.
Dejando a un lado este problema, su prosa y ligereza son una fuerza poderosa para afrontar con cierta gracia el peso de su material -monarquía, democracia y familia-.
Si te gusta, lee: Many Lives por Kukrit Pramoj, traducido por Meredith Borthwick (Silkworm Books, 2000, $ 33.45, disponible aquí). Kukrit, quien también se desempeñó como el decimotercer primer ministro tailandés, retrata a Tailandia de la década de 1950, representando la vida de los pasajeros que se ahogan en un bote volcado.
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