El planchado es una de esas tareas habituales del hogar consideradas como pesadas y aburridas. Se estima que, si se vive solo, se consumen 2 horas semanales en esta labor si solo se hace una única colada. Esto significa que al año se acumulan unas 104 horas de trabajo, que se deberán multiplicar por dos si se vive en pareja, más 70 horas por cada hijo que se tenga. En definitiva, para una familia estándar de 4 componentes se dedicarán nada menos que 340 horas al año, es decir, 2 semanas enteras.
Afortunadamente, existen herramientas que facilitan de forma notable esta labor, tener un centro de planchado, por ejemplo, la hace mucho más sencilla y rápida. Además de elegir las herramientas apropiadas, también existen algunos consejos que conseguirán que el planchar no sea tan pesado.
Elegir la plancha adecuada
El mercado provee de un buen número de marcas, modelos y diseños de planchas con las que conseguir un planchado rápido y fácil. En la actualidad, la forma de acertar con esta adquisición será dejarse asesorar por los expertos de las tiendas online especializadas, como Polti.es, ecommerce que mantiene en stock solo lo mejor de estos aparatos.
En esta web se podrán adquirir máquinas de planchar que ofrecen los mejores resultados posibles. Algunos ejemplos son la Plancha Fluid Curve para Polti Vaporetto PFEU0035, con suela mutidireccional patentada y led en la empuñadura. Aunque, si se prefiere un centro de planchado a vapor, Polti La Vaporella XN82C se ha convertido en un superventas, ya sea por su caldera de 7 bares, con autonomía ilimitada y depósito extraíble, o por su 4 programas y suela mulitdireccional, ofreciendo, además, la nada despreciable cantidad de 10 años de garantía, lo que demuestra la confianza que sobre este centro tiene la marca.
Otros centros que han conseguido un gran éxito en ventas son la Polti Vaporella 2H Profesional, la Polti Vaporella Super Pro y la plancha eco Polti Vaporella Simpy VS20.20.
Consejos para un planchado óptimo
Por otro lado, además de elegir la máquina más apropiada a las necesidades y exigencias del planchado, existen una serie de consejos de gran utilidad para que este proceso, generalmente pesado y monótono, sea más llevadero.
Entre otras acciones es muy recomendable limpiar la placa periódicamente para evitar que se acumulen sobre su superficie restos de cal y otros minerales, o se quede pegajoso por el uso de sprays y almidones. El bicarbonato sódico aplicado con un paño de fibras es lo ideal para dejarla limpia.
No habrá que guardar la plancha en ningún caso con el agua en su interior, ni tampoco en la caldera. Siempre, después de cada uso, se debe vaciar el tanque, de este modo, se evitará que el agua se termine filtrando y dañe la placa, limitando la calidad de cada planchado en el futuro.
Otro de los consejos a seguir en la rutina del planchado será mantener un orden con las prendas, para que se adapte la temperatura de forma proporcional y por grupos. De este modo, lo mejor es comenzar con los tejidos más delicados, cuando el tanque de agua está hasta arriba, el planchado es más suave y la persona no está cansada de este trabajo. Se deberá iniciar la tarea con las temperaturas más bajas, y después ir subiendo a medida que la ropa también sea más resistente.