Pese a todas las noticias que llegan desde el ámbito económico e internacional y que ponen en relieve las dificultades que pueden estar por venir para el bolsillo familiar, hay una, especialmente, que está empezando a hacer que sean incluso los bancos y entidades los que estén teniendo que cambiar las condiciones y enfoque: la subida del euribor.
Después de casi una década en índices negativos y estables, este índice que marca la gran mayoría de hipotecas que se firmaron hasta 2019, empieza la escalada para volver a cifras que ronden el intervalo positivo. Eso supondrá, ya que no será previsiblemente rápido, pero si constante, un incremento cada 6 o 12 meses – dependiendo de cuándo se revisen según el contrato y préstamo – de una media de entre 15 y 20 euros mensuales.
Tanto es así que, puesto que la banca llevaba tiempo formulando su oferta hipotecaria bien en tipo fijo – cada vez mejor aceptado para evitar precisamente estas fluctuaciones – bien con diferenciales algo más altos ante el estado del Euribor, han sido ya más de 8 las entidades que están cambiando las condiciones, elevando los tipos fijos y bajando los variables para compensar la subida.
En este contexto, muchos son los que se preguntan, cuánto vale mi piso, para intentar darle salida antes de que se acabe convirtiendo en un problema en el medio plazo.
¿Cuáles son los vendedores más habituales ahora mismo?
En el perfil del vendedor hay varios tipos de propietarios.
En primer lugar, quienes quieren dar un cambio en su vida y con ello necesitan primero vender su vivienda para después, optar por otra compra que se adapte mejor a sus necesidades.
En este caso, interesa una venta rápida para poder acceder y señalizar, cuanto antes, el segundo inmueble. Es aquí donde entran, para agilizar todo el proceso y acortar plazos, empresas como Casavo, un instant buyer capaz de escriturar, si la vivienda y precio interesan a ambas partes, en menos de un mes.
Basta completar un breve cuestionario en su web para ver el abanico en el que se haría una oferta por la vivienda.
En segundo lugar, están las viviendas heredadas con varios propietarios, a quienes de verdad urge la venta para evitar contratiempos personales por formas de entender las ventas, viviendas y vida diferentes. «La pandemia ha traído muchas viviendas heredadas al mercado, sobre todo en nuestro eje de acción, las zonas más céntricas de las principales ciudades» explican desde Casavo.
En el caso del perfil más joven, son muchos los que se han acabado haciendo con las viviendas que en su momento compraron sus padres como inversión y les han acabado donando o bien vía también herencia que hayan cedido sus derechos para que puedan de verdad optar por independizarse. En estos casos, es cierto que pasado poco tiempo es fácil ver ese tipo de inmueble en el mercado en busca de algo que se adapte mejor a su estilo de vida o a su futuro.
Finalmente, están un perfil de vendedores que, bien por separación o viudedad necesitan deshacerse de la vivienda habitual para dar el salto a otra que se adapte a las nuevas circunstancias.