La actriz china Zheng Shuang, contaminada por el escándalo, está en el centro de otra polémica, esta vez sobre evasión fiscal, salarios altísimos y fraude contractual.
Los fiscales y los organismos de control de la radiodifusión de China dijeron el miércoles (28 de abril) que están investigando a la estrella de 29 años, que vio descarrilar su prometedora carrera por cargos de haber abandonado a dos hijos sustitutos en Estados Unidos hace tres meses.
Ahora, el Servicio de Impuestos Municipales de Shanghai está llevando a cabo una investigación sobre sus problemas fiscales, mientras que la Oficina Municipal de Radio y Televisión de Beijing ha iniciado una investigación sobre los costos de producir series de televisión y cuánto ha recibido.
El lunes, su ex pareja, el productor Zhang Heng, de 30 años, publicó imágenes de supuestas conversaciones entre él, Zheng y sus padres.
Estaban discutiendo el pago de Zheng por el drama A Chinese Ghost Story y las capturas de pantalla supuestamente muestran que Zheng negoció el pago de 160 millones de yuanes (S $ 32,7 millones) por 77 días de filmación.
Su enorme sueldo provocó la indignación de los internautas, quienes estimaron que un trabajador promedio tendría que trabajar más de 2222 años, comenzando en la dinastía Qin (221 a 206 a. C.), para ganar esa cantidad.
Además, su presunto salario también viola las reglas de la Administración Nacional de Radio y Televisión de China, que dice que los actores de películas y programas de televisión no deben recibir más del 40 por ciento del costo de producción, con los actores principales menos del 70 por ciento del costo de producción. el costo total.
Además, un actor no debería recibir más de 50 millones de yuanes por programa.
Para eludir estas reglas, según los informes, Zheng firmó dos contratos: uno que establecía su pago de 48 millones de yuanes y el otro con el resto de su dinero destinado a una empresa vinculada a su familia como inversión.
Además de acusar a Zheng de fraude, Zhang también reveló en su publicación que ella comería bocadillos en el supermercado y se iría sin pagar.
También afirmó que había abandonado a su perro enfermo en una caja de zapatos porque no quería pagar el tratamiento, que costó 2.000 yuanes.