MOSCÚ (AFP) – La salud del crítico del Kremlin, Alexei Navalny, se está deteriorando mientras mantiene su huelga de hambre en prisión, con un nuevo entumecimiento en sus manos, dijeron sus abogados el miércoles (7 de abril).
El miércoles pasado, el oponente más prominente del presidente Vladimir Putin, que cumple dos años y medio por malversación de fondos, lanzó una huelga de hambre para exigir un tratamiento médico adecuado para el dolor de espalda severo y entumecimiento en sus piernas.
Los miembros del equipo de defensa de Navalny, que lo visitaron en su colonia penal en la ciudad de Pokrov, a 100 kilómetros al este de Moscú, el miércoles, dijeron que todavía se niega a comer y tose.
“Tiene mal aspecto, no se siente bien”, dijo a la AFP la abogada Olga Mikhailova, y agregó que Navalny ahora pesa “unos 80” kilos.
Navalny, de 189 centímetros de altura, pesaba 93 kilogramos cuando llegó a la colonia penal el mes pasado.
“Nadie te va a tratar”, agregó Mikhailova.
Los abogados y aliados de Navalny exigen que sea trasladado a un hospital “normal”, pero el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Navalny no tenía derecho a ningún tratamiento especial.
Otro miembro del equipo de políticos de la oposición, Vadim Kobzev, dijo que Navalny, de 44 años, estaba perdiendo medio kilo por día.
En Twitter, Kobzev dijo que Navalny sentía dolor al caminar y ahora también sentía entumecimiento en las manos, además de dolor de espalda y pérdida de sensibilidad en las piernas.
“Está claro que su enfermedad está empeorando”.
‘Batalla épica’
Después de la visita de sus abogados, Navalny publicó una nueva publicación en Instagram, diciendo que los funcionarios de la prisión se estaban poniendo dulces en los bolsillos y friendo pollo para provocarlo.
Dijo que las autoridades aún se niegan a revelar su diagnóstico y no permiten que sea tratado por un médico de su elección.
Dijo que decenas de miles de personas, dentro y fuera de las cárceles rusas, están “literalmente muriendo sin ayuda médica” y ese pensamiento ha aumentado su determinación.
“No son conocidos, nadie los defenderá, nadie pensará en ellos, nadie disputará este sistema engañoso e inhumano en su nombre”, escribió Navalny.
“Y de inmediato gano esta épica batalla en la que mi espíritu se enfrenta a la gallina de la prisión”, bromeó.
A principios de esta semana, Navalny dijo que tenía tos y fiebre y que tres miembros de su unidad penitenciaria fueron hospitalizados con tuberculosis.
Navalny fue detenido en enero tras regresar de Alemania, donde pasó meses recuperándose de un ataque de envenenamiento con el agente nervioso Novichok que atribuye al Kremlin.
Está cumpliendo una sentencia de dos años y medio por violar los términos de la libertad condicional en una sentencia suspendida por cargos de fraude de larga data.
Los activistas de derechos humanos dicen que la colonia penal de Pokrov es conocida por sus condiciones particularmente difíciles, y el propio Navalny lo llamó un “campo de concentración”.