PARÍS (La tarde) – Alexei Navalny, el prominente opositor del presidente ruso Vladimir Putin, está detenido en condiciones que equivalen a tortura y puede estar matándolo lentamente, dijo el miércoles (7 de abril) el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional dijo que Navalny, que el año pasado fue envenenado por un agente nervioso de grado militar, ahora estaba sujeto a privación del sueño y no tenía acceso a un médico en el que pudiera confiar en prisión.
“Rusia y las autoridades rusas pueden ponerlo en una situación de muerte lenta y tratar de ocultar lo que le está sucediendo”, dijo a Reuters Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, antes de que se publicara el informe anual del grupo.
“Está claro que las autoridades rusas están violando sus derechos. Tenemos que hacer más”, dijo.
“(Ellos) ya han intentado matarlo, ahora lo están deteniendo, e imponiendo condiciones de prisión, que equivalen a tortura”. Navalny se declaró en huelga de hambre la semana pasada en un intento de obligar a la prisión que lo mantenía fuera de Moscú a brindarle atención médica adecuada para lo que dijo era un dolor agudo en la espalda y las piernas.
El Kremlin se negó a comentar sobre su salud, diciendo que es un asunto del servicio penitenciario federal. El servicio penitenciario dijo la semana pasada que el hombre de 44 años estaba recibiendo todo el tratamiento necesario.
Navalny fue arrestado en febrero durante dos años y medio por violaciones de la libertad condicional que llamó motivaciones políticas. Moscú, que puso en duda su envenenamiento, describe a Navalny como un alborotador respaldado por Occidente que está comprometido con la desestabilización de Rusia.
Callamard dijo que el maltrato de Navalny ocurrió en un momento en que la pandemia de Covid-19 exacerbó las desigualdades y aumentó la represión patrocinada por el estado en algunos países.
Algunos gobiernos han utilizado la pandemia contra grupos minoritarios para reprimir la disidencia y los derechos humanos, mientras que en otros países ha habido una casi normalización de las medidas de emergencia que han restringido las libertades civiles, agregó.
“Covid-19 ha amplificado la opresión”, dijo Callamard.