El juego online es una industria regulada en la mayoría de países, entre los que España ha marcado tendencia con una legislación pionera con la que pretende identificar a los espacios seguros y transparentes, a fin de facilitar el normal desarrollo de una actividad que mueve en este país a cerca de un millón y medio de usuarios al mes. El público ha centrado su interés en este aspecto y accede a un comparador de casinos para buscar aquellos espacios que transmiten más confianza y que cumplen con la normativa vigente.
Con el objetivo de hacer llegar a la población esta idea, el Gobierno de España utiliza a diferentes personajes, que son dibujos, y con los que pretende enviar distintos mensajes de concienciación; un proyecto enmarcado en la búsqueda del juego limpio y seguro. Iker es uno de ellos, un joven que juega al fútbol y que tiene en la mano el recibo de una apuesta realizada. Se dirige a un grupo de edad cercano a él, a los menores, y les recuerda que el juego es una actividad solo permitida para los mayores de 18 años. Así lo establece la Ley y así lo quiere recordar este universitario que cada semana juega a la porra del bar que está ubicado a los pies del edificio donde reside.
Sonia tiene 42 años y es administrativa. Le gusta apostar y lo hace con sus compañeras de trabajo, con las que de vez en cuando comparte algún premio. Ve el juego como un entretenimiento y no tiene ninguna otra intención. La planificación es la clave de su buena salud y de que disfrute con esta actividad, ya que nunca juega por encima de sus posibilidades. “El juego es planificación”, recuerda; y así lo lleva a cabo cada semana.
José es más mayor, ha cumplido 65 y todavía trabaja. Maletín en mano, es un hombre con experiencia y sabe mejor que nadie que para jugar hay que tener cabeza, es decir, no dejarse llevar por los sentimientos. Considera que el juego es pasión y la aplica cada vez que disfruta del póker. Pero nunca ha pedido un préstamo ni ha pretendido recuperar lo invertido. Es, sin duda, una referencia para quienes disfrutan de partidas de casino online o realizan apuestas deportivas.
Marisa lleva treinta años jugando al mismo número de Lotería, siguiendo así una tradición que está instaurada en muchos ciudadanos. No ha dado un paso más allá en esta actividad porque sabe que forma, únicamente, parte de una arraigada y sana costumbre y que tendrá que seguir trabajando. Moderación y disfrute son sus lemas.
El Gobierno de España pone a Marcel como el ejemplo que no hay que seguir. Era tan aficionado al juego que se arruinó hasta el punto de caer en la tentación de la ludopatía. En un abrir y cerrar de ojos, sin percatarse de su situación, entró en un bucle del que necesitó ayuda de familiares y amigos, tanto económica como social. Posiblemente Jesús le hubiera ayudado. A sus 73 años, este jubilado, amante del fútbol; está conociendo las nuevas tecnologías y disfruta como un enano apostando por su equipo favorito, siempre con la única visión del entretenimiento.