Los primeros vestigios de los Hammams quedan documentados entre los siglos VII y VIII. Sus restos arqueológicos más remotos los contextualizan en el califato de Omeya (entre los años 661 y 750). Los baños árabes se integraban en los palacetes del desierto. Algunos de los más conocidos fueron Khirbat al-Majfar o Hammam al-Sarah. Pronto se convirtieron en una constante y en un símbolo cultural que sacralizaba el baño convirtiéndolo en una experiencia trascendental y casi divina. Su legado aún perdura y permanece en diferentes puntos de la geografía española.
Si bien aparecieron en antiguas colonias romanas situadas en Marruecos o Irán, así como en diferentes asentamientos de al-Ándalus (la actual Andalucía), hoy siguen siendo una opción vigente en muchos puntos que los recrean a modo de tributo. Un buen ejemplo son los baños árabes de Córdoba, Granada o incluso Madrid.
Pero, ¿por qué siguen teniendo tanto éxito? ¿Dónde reside el atractivo de los baños árabes? ¿Conoces cuáles son sus beneficios para la salud?
Estos son los beneficios de los baños árabes para tu salud
Eliminación de impurezas y células muertas
Sus elevadas temperaturas tienen un efecto exfoliante indoloro. La exposición continuada a ambientes húmedos y cálidos genera un efecto depurativo. Las células muertas desaparecen y dan paso a la regeneración celular.
Incremento de los niveles de hidratación
Los baños árabes están protocolizados y divididos en diferentes fases. Esta ordenación ayuda a potenciar sus efectos. A la exfoliación le sigue un tratamiento hidratante proporcionado por terapeutas especializados. Las grandes temperaturas y la eliminación de residuos superficiales favorecen la apertura de los poros. Con la piel limpia y receptiva, el tratamiento hidratante tiene un alcance mucho más profundo y sus efectos son más visibles.
Fortalecimiento del sistema circulatorio
Mejorar la circulación sanguínea ayuda a reducir la retención de líquidos y facilita la eliminación de elementos tóxicos. El contraste térmico ayuda a mejorar el flujo circulatorio e incrementa los niveles de oxígeno en sangre. Esto a su vez deriva en una optimización de la frecuencia cardíaca o la regulación del sistema hormonal y nervioso.
Reducción de tensiones musculares y los efectos del estrés
La presencia de contrastes térmicos y el contexto de relajación que inunda los baños árabes propician una relajación muscular que ayuda a eliminar y aliviar tensiones acumuladas. El efecto del vapor, la exfoliación y los masajes eliminan cualquier rastro de rigidez presente en el cuerpo.
Regulación del reloj biológico y los ritmos de sueño-vigilia
Gracias a su efecto relajante, ayudan a regular el sueño y reducir los problemas de insomnio. Eliminar la tensión acumulada y reducir los niveles de estrés deriva en un estado anímico propicio para el descanso y la fluidez del sueño.
Efecto rejuvenecedor
Este tipo de estimulaciones pueden mejorar el estado de salud si se aplican con cierta regularidad. La exfoliación e hidratación profundas tienen un efecto positivo directo sobre la piel. Su depuración ayuda a mejorar los niveles de elasticidad y estimulan la presencia de colágeno. Como consecuencia la piel adquiere un aspecto más tonificado, saludable y homogéneo.