¿Por qué meditar?
De acuerdo a las explicaciones de Patanjali en el Yoga Sutra, la búsqueda de la meditación comienza cuando nos damos cuenta de que todas sus acciones y la búsqueda incansable de placeres, seguridad y posesiones, no nos están ofreciendo la satisfacción que buscamos.
Todas estas búsquedas externas no son suficientes para lograr nuestro bienestar y es ese el momento en el que empezamos a pensar en realizar una búsqueda interna, como la de aprender a meditar.
Patanjali ofrece una serie de instrucciones que son fundamentales para comenzar el aprendizaje de la meditación, además de ofrecer todos los aspectos que forman parte de esta práctica, y afirma que cuando logramos que la mente pare, se está produciendo la unión o el Yoga.
En esta meditación encontraremos el beneficio del equilibrio entre la mente, el cuerpo y los sentidos, sintiendo una relajación de todo el sistema nervioso.
Aprendiendo a meditar lograremos una total concentración, focalizando nuestra mente en un objeto que hasta el momento no sentimos como parte de nosotros, tratando de llegar a un contacto y familiarizándonos con él.
Esto es muy importante en el momento del aprendizaje, para después llegar a ingresar en la meditación propiamente dicha, en la que se realiza un intercambio mucho más profundo con ese objeto. Como resultado logramos entender que no existe ninguna diferencia entre nosotros y ese objeto en el que nos estamos concentrando.
Formas de aprender a meditar
Entre los puntos de enfoque que se pueden utilizar para aprender a meditar, se encuentra la concentración en un objeto o un punto específico, recitar en voz alta un canto o una oración, repetir una frase y llevar la cuenta de tus respiraciones.
Existen 5 maneras de aprender a meditar y son las que mencionamos a continuación.
Uso de imágenes
La visualización de objetos y la concentración que esto puede generar, son formas muy prácticas y utilizadas para aprender a meditar.
En algunos casos, se enfocan en un objeto en particular de la naturaleza, como puede ser un árbol, el océano o una flor; mientras que otros, realizan una meditación enfocándose en los centros de energía del cuerpo, o en un órgano del cuerpo que corresponde a un chakra determinado, asociándolo a un color.
Respiración
La práctica del pranayama ya establece el hecho de contar las respiraciones como una posibilidad para lograr la meditación. Utilizando la respiración, esta será el único objeto de nuestra meditación, es decir, que lo que haremos únicamente será concentrarnos en nuestra respiración, tal y como está sucediendo, sin modificarla.
Sentiremos cómo se mueve todo nuestro cuerpo y sentiremos el aire ingresando en nuestro organismo, sin que esto se convierta en parte de nuestros pensamientos, solamente tendremos que sentirlo, y percibirlo, tal y como sucede.
Sensaciones físicas
Existen una gran cantidad de sensaciones físicas, e incluso emocionales, que se pueden convertir en nuestro punto de enfoque para comenzar la relajación necesaria para aprender a meditar.
Puede ser desde una sensación fisiológica, como la temperatura de los pies o las manos, hasta la flexibilidad que se puede sentir en alguna parte del cuerpo o la entereza de la estructura ósea.
Uso del sonido
Determinadas frases, afirmaciones y sonidos, suelen ser utilizados como punto de enfoque. La repetición de sonidos para lograr la concentración dentro del Mantra Yoga, se llama Japa, cuyo significado es recitación.
Es necesario contar con un gran compromiso para llevar a cabo una meditación mediante la repetición y los mantras.
Mirando un objeto
Esta es una alternativa a la utilización de imágenes, se trata de realizar un enfoque directo y con los ojos abiertos sobre un determinado objeto. Esta forma de aprender a meditar es conocida como drishti, y una de las formas más populares de realizarla, es enfocando la mirada sobre una vela encendida.
Existen métodos mediante la práctica del yoga, para llegar a la relajación y a la concentración necesarias para meditar y conectar con la naturaleza.