Los mismos profesionales de la salud han asegurado que las mejores canciones tienen la capacidad de ayudarte a conectar con tus emociones más profundas, lo que por su puesto causa un efecto en nosotros. Aunque la música en general es beneficiosa, se ha comprobado que la música clásica tiene la capacidad de mejorar la salud, pues es buena tanto para el cerebro, como para el corazón. Incluso, hay quienes dicen que reduce el estrés y mejora el sueño.
La música clásica sirve como estimulante cerebral
Se ha confirmado que la música clásica estimula el cerebro, lo que hace posible que exista una mejora en la creatividad, y un aumento en la memoria. La música ayuda a que el cerebro se relaje y al mismo tiempo facilita la atención y la concentración en las cosas, lo que a su vez hace que la persona sea más creativa. Una de las leyendas en este sentido es Mozart, de hecho, se trata de un buen estimulante que ayuda a la buena memoria y la inteligencia.
La música clásica es ideal para escuchar durante el embarazo
¿Has escuchado hablar sobre el efecto Mozart? Este es muy conocido por aumentar las defensas y al mismo tiempo fortalecer la capacidad neurológica de los bebés, todo gracias al simple sonido de las composiciones. Por otro lado, estimula otras áreas cerebrales así como la frecuencia cardiaca. Además, uno de los beneficios más destacados de la música clásica, es que produce endorfinas tanto en la madre como en el bebé, generando bienestar.
La música clásica es útil para el estrés y la ansiedad
La rutina del día a día puede ser muy agotadora, lidiar con el tráfico, con las responsabilidades laborales y familiares es abrumador. Sin embargo, los profesionales han destacado que la música clásica disminuye la presión arterial y ayuda a la disminución del dolor crónico. Es por eso que se recomienda escuchar música suave a diario, a fin de reducir los niveles de estrés y de ansiedad, pues la música puede actuar como analgésico natural.
La música clásica es apta para pacientes con discapacidad
Este tipo de música puede potenciar el desarrollo sensorial, la creatividad y la motivación. Escuchar una y otra vez la reproducción de sonidos musicales y disfrutar del compás y la melodía, puede incidir en las capacidades físicas y psicológicas de un paciente con discapacidad, lo que terminaría mejorando su respuesta a nivel corporal y motriz. Por otro lado, ayuda a mejorar el ánimo, desbloquea miedos e incluso puede mitigar la ansiedad.
La música clásica ayuda a combatir el insomnio
Uno de los atributos más destacados de la música clásica son los ritmos y patrones que tienen. Por eso, escucharla hace posible la creación de un estado de ánimo que lleva a la meditación y hace que las ondas cerebrales sean lentas. Todo esto en conjunto, favorece la posibilidad de conciliar el sueño con mayor rapidez. Por eso, se recomienda escuchar música clásica antes de dormir, pues es un buen recurso para conseguir el punto de relajación necesaria.
La música clásica favorece a personas con trastornos autistas
Existen pruebas claras de que quienes padecen este tipo de trastornos tienen la capacidad de expresar a través de la música clásica todo aquello que no les es posible decir con palabras. Lo que a su vez demuestra el efecto de carácter integrador y social que tiene. Además, favorece de manera considerable la disminución de las conductas de activación y ansiedad que suelen manifestar quienes padecen autismo, pues les ofrece tranquilidad y seguridad.