Es evidente que, desde hace años, los ascensores son uno de los elementos más importantes prácticamente en cualquier edificio, sabiendo que son los encargados de trasladar a las personas de un piso a otro, o incluso pueden servir como montacargas, entre otras cosas. Hay que decir que, a día de hoy, la normativa establece que todos los edificios deben contar con uno, no solo por su utilidad también, porque son elementos que ayudan a eliminar las barreras arquitectónicas de antaño, puesto que, no hay que olvidar que, cuando los ascensores no existían o eran simplemente un artículo de lujo, las escaleras eran la principal alternativa.
Sabiendo que, en la actualidad, prácticamente casi ningún edificio no cuenta con ascensor, es importante decir que, además de la instalación correspondiente, también debe tener un mantenimiento concreto. No se puede olvidar mencionar que los ascensores van a transportar tanto cargas como personas y es por ello que debe estar todo en perfecto orden, para su correcto funcionamiento.
De esta manera, lo ideal en estos casos es acudir a una empresa especializada en este tipo de actuaciones, como es el caso de Ascensores del Turia. Se trata de una entidad con más de 15 años de experiencia en el terreno del mantenimiento de ascensores en Valencia, al igual que también se encargan de todo tipo de instalaciones y de la eliminación de barreras arquitectónicas concretas.
En cualquier caso, el mantenimiento es uno de sus servicios más demandados sabiendo que, si se cuida bien el ascensor, este puede durar durante mucho tiempo, en perfectas condiciones. No obstante, para garantizar el buen funcionamiento de un ascensor, es esencial conocer todo lo que hay que revisar, para que su uso sea lo más seguro posible.
¿Qué se revisa?
Con el fin de que el mantenimiento sea el adecuado, es fundamental que se revisen ciertos aspectos clave y generales. De esta manera, es habitual que las revisiones sean rutinarias, también que se haga la inspección que corresponda, que se reparen todas las averías que surjan, que se adapten a la normativa actual o que se sustituyan las piezas que están más desgastadas.
En cualquier caso, hay que saber que, las revisiones tienen un carácter periódico y, según el tipo que sea, así los especialistas tendrán que poner mayor atención en algunas cosas. Sabiendo que las revisiones más frecuentes se hacen con carácter mensual, trimestral, semestral y anual.
Mensual
Tal y como su nombre indica, son revisiones que se llevan a cabo cada mes y, generalmente, sirven para mirar algunos aspectos más básicos, tales como ver que funciona bien el arranque o la parada, si el ascensor cuenta con la nivelación correspondiente, si la cabina está en buenas condiciones, si funciona la alarma o incluso si las puertas cierran y abren bien.
Trimestral
En este caso, las revisiones trimestrales son algo más completas, ya que aquí hay que llevar a cabo acciones como la limpieza del foso, los frenos o controlar la máquina, las fugas que puedan darse e incluso el nivel de aceite de los motores. También es frecuente que, cada tres meses, se limpien a fondo las puertas de la cabina y el cuarto de máquinas.
Semestral
Cada seis meses, las tareas que se suelen llevar a cabo son la de revisar la luz de emergencia, limpiar y supervisar todos los cuadros y las protecciones que tiene el ascensor, además de las revisiones oportunas de las puertas. De igual modo, es habitual controlar en qué estado se encuentra el patinaje y el tipo de tensión que tienen los cables.
Anual
Como no podía ser de otra manera, las revisiones anuales son las más completas y, por tanto, las que se llevan a cabo de manera más exhaustiva. Aquí se realizan todas las tareas más complejas y de seguridad, como revisar la polea, los impulsores o los detectores. También hay que ver el estado en el que se encuentran los amarres o los retenes, se comprueba la renivelación y se supervisan las rodaderas, entre otras muchas cosas más.