Vivimos en una época en la que el estrés está a la orden del día. Prácticamente no tenemos tiempo para nada, y eso nos está afectando tanto como individuos como a nivel de sociedad. El número de personas que sienten malestar general, tanto físico como mental, va en aumento, y se impone la necesidad de encontrar maneras de mejorar nuestro estado de ánimo y rendir como queremos, sin que ello suponga sacrificar nuestra salud.
Veamos algunos consejos para sentirnos mejor con nosotros mismos y nuestro entorno.
No es malo buscar ayuda
Hay una idea muy generalizada sobre que la terapia psicológica es solo para casos extremos, pero no es cierto. La psicoterapia no es algo reservado a gente con graves trastornos mentales, los que habitualmente denominamos como “locos”. De hecho, este tipo de terapias aportan muchos beneficios no solo a nivel emocional, sino que se puede lograr un gran bienestar físico.
Existen diferentes tipos de psicoterapia, como el Mindfulness, que ha mostrado buenos efectos en quienes padecen estrés o depresión. También está la denominada terapia sistémica, especialmente para tratar problemas de pareja o de familia, centrada en las relaciones.
Hay una psicoterapia novedosa, la TFE o terapia focalizada en emociones, que en poco tiempo puede lograr muy buenos resultados. Existen muchos centros especializados en psicología y salud emocional que están poniendo en práctica este método.
Es importante perder el miedo y dejar de pensar que solo hay que pedir ayuda cuando se llega al límite. Lo mejor es hacerlo antes porque se pueden evitar muchos problemas, y la recuperación del bienestar será más efectiva.
Alimentación y descanso
Nos estamos acostumbrando a seguir unas malas pautas de sueño y alimentación. Comemos mal, a menudo en muy poco tiempo y abusando de alimentos poco saludables. En cuanto al sueño, muchos de nosotros no dormimos lo suficiente tratando de ganarle horas al día. Pero en realidad estamos perjudicando de forma importante nuestro organismo.
En muchas ocasiones sentimos agotamiento y estamos de mal humor al no tener energía suficiente para que nuestro cerebro funcione de manera adecuada. No lo podemos permitir, ya que a medio y largo plazo lo pagaremos muy caro. Es fundamental cuidar lo que comemos y dormir las horas necesarias.
Trabajar de forma adecuada
Muchas veces acabamos la jornada laboral con dolor y malestar, lo cual también nos afecta anímicamente. A menudo debido a que no tenemos una buena postura trabajando, como cuando estamos muchas horas delante del ordenador en una silla que no es ergonómica.
La columna vertebral es la encargada de sostener nuestro cuerpo, y cuando nos sentamos durante mucho tiempo de forma inadecuada, podemos sufrir desde dolores leves hasta fuertes jaquecas. Los expertos recomiendan trabajar de tal manera que se pueda proteger el cuerpo de este tipo de lesiones, por ejemplo eligiendo una buena silla de trabajo. En tusillaergonomica.com puedes encontrar modelos con los que mejorar tu postura y reducir los riesgos de sufrir a medio o largo plazo tanto los dolores como el malestar que muchos hoy aceptan como parte del progreso, pero que en realidad no lo es.
Hacer un poco de deporte
Nuestro cuerpo está diseñado para moverse, de modo que la vida sedentaria solo contribuye a sentirnos peor. Por eso es importante apartar algo de tiempo a hacer deporte, que además de mantenernos en forma hace que el cuerpo libere endorfinas, unas hormonas que hacen que nuestro cerebro esté más despierto y nos sintamos más alegres.
Posiblemente pienses que con una vida tan ajetreada, sacar tiempo para hacer ejercicio es imposible. Sin embargo, con unos pocos cambios se puede lograr sin apenas darnos cuenta. Por ejemplo, subir las escaleras en lugar del ascensor o caminar unas cuantas manzanas para llegar al trabajo o a casa harán que nuestro cuerpo esté más activo y nuestro bienestar aumente de forma significativa.