Los rótulos o anuncios de luces de neón se utilizan habitualmente en la decoración comercial. Estos han sustituido a los elementos de decoración tradicionales y aburridos porque añaden un ambiente dinámico a cualquier negocio o tienda y la hacen más acogedora y personalizada.
Para que las luces de neón llamen más la atención de un establecimiento se deben instalar delante de la puerta o en el escaparate. Esto hace posible una decoración personalizada y adecuada a cada tipo de comercio.
La versatilidad de estas luces permite que se empleen todo tipo de diseños inspiradores, ya que es posible reproducir figuras, logotipos y letras de todas las formas imaginadas.
Brillantes y más delicadas
Las luces de neón suelen asociarse a carteles o anuncios bastante brillantes y vistosos. Sin embargo, hay modelos y tipos capaces de crear un ambiente más relajante. Para conseguirlo, los fabricantes utilizan luces con un tono más suave y fríos como los pasteles, azules o lilas.
Además, todo va a depender de lo que se busque. Puede rodearse un escaparate de tienda con una línea de luz discreta que da énfasis al sitio, a la vez que ilumina y llama la atención.
Altamente personalizables
El secreto de las luces de neón es no limitarse a lo que se ve. Las posibilidades son infinitas y se puede emplear un propio estilo para embellecer con modelos de carteles o anuncios contemporáneos, bohemios o tropicales hechos con tubos de neón.
Las luces de neón, asimismo, son estupendas para decorar sutilmente un punto de venta con pequeños recordatorios o llamados de ofertas, promociones y son usuales para identificar las diversas secciones de los supermercados.
No solo en negocios
Para que una decoración destaque y llame la atención de un transeúnte debe tener ese algo extra difícil de conseguir: el impacto de dejar a las personas con la boca abierta.
Lo curioso es que las luces de neón han pasado de ser usadas en el sector comercial a las casas y el empleo doméstico es cada vez más común.
Esto se debe a la versatilidad de las empresas que las fabrican. Existe gran variedad de artículos a medida y personalizables. Durante muchos años, estos se usaron en todo tipo de comercios.
Hoy hay lámparas para la casa y variados objetos que sirven para el salón de juego, para el bar de la casa y la habitación de los adolescentes.
Las compañías que fabrican luces de neón personalizadas pueden ayudar a canalizar todo tipo de proyectos. Si se tiene una idea vaga y no se sabe cómo concretarla, se puede acudir a ellos y solicitar asesoramiento porque tienen años trabajando con este material y están al día y a la vanguardia en los diseños para cualquier espacio.
Un poco de historia
Las luces de neón son una declaración llamativa y cosmopolita que puede revigorizar o resaltar fácilmente un lugar o una estructura arquitectónica.
Estos elementos de iluminación, con su llamativo resplandor y también en modelos más tenues, sus múltiples opciones de color y su aspecto retro, pueden dar a un lugar un aire moderno y nostálgico a la vez.
No obstante, poca gente comprende el funcionamiento científico del neón o sus cualidades materiales y muchos arquitectos evitan utilizarlo en el diseño de casas u oficinas por su íntima relación con la señalización comercial.
El gas neón se descubrió en 1898. Debe su nombre a la palabra griega “neos”, la cual significa “gas nuevo”.
En condiciones y temperaturas normales o ambiente, es un gas incoloro, inodoro e inerte que emite por sí solo un resplandor rojo anaranjado cuando es expuesto a un campo eléctrico.
De allí que permite utilizarlo como iluminación multicolor dependiendo de los pigmentos que se le añadan.
La primera lámpara de neón fue inventada en 1902 por el ingeniero y químico francés Georges Claude y fue expuesta al público por primera vez, en 1910 en París.
Aunque hayan pasado más de 110 años el principio es el mismo: el tubo se vacía parcialmente de aire y se llena de gas. Al recibir una corriente eléctrica de alto voltaje emite luz.