Nuestro tema de hoy es sobre el cuidado del Ficus Benjamina, la cual es una planta originaria de las zonas tropicales de Asia; su variedad va desde árboles hasta enredaderas. Su tamaño puede ir hasta los treinta metros en su lugar de origen y hasta los cuatro metros en espacios más reducidos. El Ficus Benjamina es una planta perenne, es un arbusto muy fácil de cuidar pero tiene sus atenciones específicas para durar hermosa por años.
Frecuentemente el Ficus Benjamina es elegido para decorar apartamentos o espacios interiores del hogar u oficina; sus hojas verdes, ovaladas y brillantes hacen vibrar cualquier espacio especial donde elijamos colocarla. Además, es una de las plantas que menor cuidado requiere; muy adecuada para nuestra siempre ajetreada vida diaria. A continuación, y para disfrutar de su singular hermosura, detallamos algunos pasos vitales para su cuidado, toma nota y prolonga la vida de tu Ficus Benjamina.
Cuidados del Ficus Benjamina
Humedad: el clima ideal del Ficus Benjamina es cálido y húmedo, algo muy difícil de crear en los hogares durante el invierno. Es necesario mantener la tierra y follaje húmedo, por eso escoge un platón grande, ponle agua y dentro coloca la maceta con tu Ficus Benjamina. También añade unas bolas de arcilla para mantener la humedad necesaria, sin que la mata se sumerja completamente dentro del agua; así se evita que la raíz se pudra. Deja secar el suelo entre un regado y otro, para comprobar esto pon tu dedo directamente en la tierra para conocer su proporción de humedad.
Frecuenta o espacia el regado dependiendo de la humedad que observes. En días calurosos es apropiado regar tres veces por semana, en días fríos una vez semanalmente. Se sugiere mensualmente agregar al agua del regado un fertilizante de nitrógeno, de esta manera aseguramos el sano estado del Ficus Benjamina.
Otro punto muy importante es la ubicación; aunque el Ficus Benjamina es bastante resistente y adaptable y durante la época de calor puedes dejarla en el exterior, cuida que no le dé luz solar directa, pues la dañará irremediablemente y morirá de forma prematura. El exceso de luz solar hará que las hojas de esta planta se tornen amarillas; la poca luz solar hará que sus hojas se caigan sin parar.
Durante el otoño es bueno llevarla al interior de tu hogar para que gradualmente se aclimatice a la temperatura interna y externa. Esto evitará daños al llegar el tiempo de frío. Mantenla alejada de fuentes de calor como estufas y radiadores o corrientes de aire muy fuertes. Una vez a la semana gírala 180 grados para que reciba suficiente iluminación por todos sus lados y también propiciará que su crecimiento sea parejo, proporcionado y bonito al verlo.
Al Podar un Ficus Benjamina
Poda cada cierto tiempo y según veas necesario quitar las hojas o ramas que estén secas o dañadas; hazlo con delicadeza y una tijera que tenga filo, para un corte limpio que no maltrate al Ficus Benjamina. Frecuentemente esta planta puede perder muchas hojas, pero al eliminar las que estén muertas evitarás que el problema se extienda. Para garantizar la aireación de la mata es aconsejable quitar algunas ramas internas, esto también ayudará a renovar tu Ficus Benjamita porque producirá brotes jóvenes, fuertes y sanos que le darán nueva vida.
En cuanto al abono y la fertilización, el Ficus Benjamina necesita estar en una tierra que contenga los nutrientes necesarios; por ello abona una vez al mes en primavera y verano, pues en esas épocas la planta crece dos veces al mes. Puedes buscar más orientación sobre el abono adecuado en tu tienda de jardinería favorita.
Si te gustó este artículo, también te va a encantar aprender cómo plantar esquejes de hortensias.