Para elegir un ordenador es fundamental tener claro el uso que se le dará, de esto depende su potencia, memoria y otros aspectos. No es lo mismo un ordenador solo para procesar textos o revisar páginas web, que uno para editar vídeos en HD, por ejemplo. Hay una variedad de modelos, desde gama baja a alta, así que corresponde revisar muy bien todos los factores para hacer la mejor elección.
¿Qué sería actualmente de la sociedad sin las computadoras? Este invento revolucionó completamente al mundo, tanto que hoy en día ya es parte de la rutina diaria de todos, nadie podría imaginar una vida sin ellas. Tanto el trabajo como el entretenimiento, hoy en día se centra en estas máquinas, las cuales pueden realizar una cantidad prácticamente infinita de tareas.
Comunicarse con amigos o colegas del trabajo, escribir documentos, realizar pagos, leer libros, editar imagen y vídeo, escuchar la radio, investigar temas de interés, etc. Estas son algunas de las tareas que puedes realizar con un ordenador, las cuales, además, puedes ejecutar de una manera mucho más eficiente que con los métodos tradicionales.
Ahí entonces está la importancia de contar con un ordenador moderno y potente, que pueda hacer funcionar con facilidad todos los programas que se vayan a necesitar. Lo cierto es que muchas personas tienen ordenadores PC viejos con un rendimiento lento, lo cual afecta a la productividad y dificulta realizar las tareas propuestas.
Actualizar el ordenador periódicamente es muy importante, pues cada vez más los programas van pidiendo potencia al hardware para realizar mejor sus funciones. Quedarse obsoleto, entonces, no es para nada recomendable si se quiere tener un rendimiento adecuado.
Afortunadamente, en la actualidad, los ordenadores nuevos no suelen ser tan caros, se pueden encontrar modelos con precios bastante competitivos. Comprar las piezas, una por una, también es una opción. Por otra parte, están quienes terminan prefiriendo un portátil, por su portabilidad, ideal para las personas que viajan mucho.
Revisar las especificaciones es esencial
A la hora de elegir un ordenador, es necesario conocer cuáles son nuestras necesidades, para así escoger un equipo que se adapte a ellas, sin exagerar tanto en cuanto al presupuesto. Y es que hay modelos de todas las gamas, y no todos son aptos para cualquier usuario.
Por ejemplo, hay personas que simplemente desean un ordenador básico para procesar textos, navegar por internet y ver una película ocasionalmente en sitios como Netflix. En estos casos, un PC de gama baja puede funcionar a la perfección, con características estilo un procesador Intel i3 y 4 GB de RAM. Cualidades como el espacio de disco duro o la resolución de la pantalla pueden variar acorde con los gustos del comprador.
Asimismo, existen usuarios más exigentes que requieren un ordenador para realizar trabajos intensivos, tales como edición de vídeo en HD, modelado de imágenes 3D o minería de Bitcoin. Incluso pueden querer un PC gamer para disfrutar de los últimos juegos lanzados al mercado.
Los usuarios que entran en este grupo pueden decantarse por un PC con procesador Intel i7 o i9, o incluso 16 o 32 GB de RAM, y una tarjeta gráfica dedicada, por supuesto. Es recomendable también un monitor de resolución 4K, especialmente si se va a trabajar con imagen o vídeo. Asimismo, se recomienda un disco duro SSD para obtener un mayor rendimiento a la hora de cargar los programas.
Como se puede imaginar, todo el rango de ordenadores PC, desde la gama baja hasta la alta, tienen un precio que varía enormemente. El presupuesto puede cambiar dependiendo de las necesidades, por lo que resulta sumamente importante conocer bien las especificaciones del modelo que se vaya a comprar, para así tener una idea sobre su verdadera potencia.
Sin embargo, existen opciones de gama media para aquellos que desean realizar tareas más exigentes, pero que tienen un presupuesto más ajustado. Son ordenadores que, a pesar de no tener un rendimiento máximo, funcionan mucho mejor que las opciones más baratas y suelen ser suficientes para muchos usuarios.
Lo que sí se debe evitar son los modelos excesivamente viejos, pues suelen tener especificaciones ya obsoletas, que ofrecen un rendimiento muy lento si se quieren tener los programas ya actualizados. La inversión es necesaria para tener un equipo que verdaderamente pueda dar la talla.
¿Qué es mejor, PC de sobremesa o portátil?
En el mercado de los ordenadores, la versión inicial y más popular por un tiempo, siempre fueron los PC de sobremesa. Son equipos potentes, cómodos para usar sentados en un escritorio, y que simplemente funcionan correctamente. Sin embargo, con el paso de los años, empezaron a surgir opciones de PC portátiles, que ofrecen una variedad de ventajas que pueden ser interesantes para cierto tipo de usuarios.
Lo principal, por supuesto, es su carácter portátil. Un ordenador portátil no solo contiene los componentes del ordenador, como la RAM o disco duro, sino que también posee la pantalla, el teclado y el ratón en una presentación que se puede guardar en cualquier mochila. Su batería, además, permite que pueda ser usado prácticamente en cualquier lugar.
Los portátiles son la opción indispensable para aquellos que viajan mucho, pues les permite contar con su ordenador allá donde quiera que vayan. También es ideal para aquellos que prefieren la comodidad y practicidad, pues un portátil puede ser usado incluso en la cama.
Además, puede ser la opción ideal para un adolescente o un estudiante. Es mucho más cómodo de usar para este grupo de personas, e incluso hasta los niños pueden beneficiarse de un portátil de gama baja para sus juegos y películas.
La desventaja de los portátiles es que suelen tener un precio ligeramente mayor al de un PC de sobremesa, por unas especificaciones similares, por lo que aquellos con un presupuesto más ajustado pueden escoger un PC normal con mayor potencia, por el mismo precio. Sin embargo, se pierde la ventaja de desplazar el ordenador a todos lados.
Además, un ordenador de sobremesa puede cambiarse y actualizarse constantemente con gran facilidad, tan solo hay que comprar nuevas piezas y sustituirlas, como si fuera un coche.