Montar a caballo es una de las actividades más relajantes y terapéuticas que podemos hacer. Interactuar con estos animales ha ayudado a muchas personas. Y si quieres experimentar la alegría que se siente practicar este deporte, te diremos cómo elegir un buen centro de equitación.
¿Qué tener en cuenta para elegir un centro de equitación?
Siempre procuramos elegir un buen lugar para que nos ofrezca un buen servicio; de igual forma debemos hacer en este caso. Elegir un buen centro de equitación nos garantizará el disfrute de la actividad y que el mismo sea de calidad. A continuación veremos qué debemos observar en todo centro ecuestre.
Condición y trato hacia los cabellos
Esto es algo imprescindible, puesto que el estado y la apariencia física del caballo reflejan mucho sobre su entorno y trato. Observar el pelaje de los caballos, si están bajos o subidos de peso, si tiene marcas de maltrato, etc. Asimismo, es necesario observar la actitud y trato de los entrenadores en el lugar; cómo se desenvuelven con los equinos y cómo los tratan.
Siempre queremos apoyar lugares que traten bien a los animales; y más siendo su entorno de vida y trabajo.
Pista del centro de equitación
Las instalaciones nos garantizan la seguridad en la ejecución de las actividades. Ver el estado de la pista y sus alrededores nos dará una pequeña imagen sobre la calidad del centro de equitación.
Hay diferentes tipos de suelos que favorecen a los caballos. El suelo de goma permite un mayor nivel de comodidad; y amortiguan los movimientos realizados por el animal, proporcionándoles más descanso a sus patas. Esto hace que el caballo no se fatigue y sus articulaciones estén protegidas. Según la actividad que se realice y la naturaleza de cada equino se podrá escoger el material para una buena pista.
Por otro lado, la pista cuenta con otros accesorios como vallados de fincas para una mayor seguridad; casetas de juez, obstáculos para saltos, etc. Que un centro de equitación cuente con los accesorios y maquinaria certificada para sus instalaciones nos dará una buena impresión.
Profesionalidad y trato de los profesores
Sin duda que el trato que recibimos de una persona nos habla mucho de ella. Es por eso que todo centro que preste un servicio al público debe contar con el personal capacitado tanto técnica como personalmente para desempeñar su labor.
Enseñar este tipo de deporte no es cualquier cosa. Todo deporte tiene un riesgo y reglas de seguridad; y es importante que el profesor esté al tanto de todo esto y se lo transmita a su alumno. Si vemos que el trato de cierto personal nos hace sentir incómodos o no es profesional, eso es una mala señal. La imagen de todo lugar también son las personas que trabajan en él.
Los profesores deben contar con las herramientas pedagógicas y didácticas para enseñar las técnicas y movimientos del deporte de la equitación. Y es especialmente importante que sepan reconocer y respetar el ritmo de aprendizaje de cada persona; así podrán determinar qué técnicas utilizar en ella en pro de su bienestar y avance.
Seguridad y legalidad
Un buen centro de equitación procurará y le prestará especial atención a que todas las personas utilicen la indumentaria correcta para este deporte. El uso de cascos, botas, guantes y otros accesorios son vitales para la seguridad física y prevenir accidentes. Y en caso de que la persona no los posea, el centro debe proporcionárselos.
Por otro lado, es importante que un centro de equitación esté inscrito en los registros legales correspondientes para la prestación de este servicio. Esto indica que tienen legalidad para operar, que son profesionales y que tienen seguro de accidentes.
Practicar este deporte es algo increíble. Y realizarlo de la forma correcta y en un buen lugar garantizará muy en parte que disfrutemos de la experiencia.