En ocasiones el cuerpo humano no digiere los alimentos de la manera en que debería. Como consecuencia, son comunes los vómitos, diarreas, dolores de cabeza o incluso inflamaciones, pues el organismo está respondiendo a la intolerancia a algún alimento específico. En estos casos, lo mejor es informarse y acudir a un médico para realizarse las pruebas pertinentes.
No obstante, si en tu caso piensas que podrías padecer alguna intolerancia alimentaria, actualmente las marcas y supermercados ofrecen productos específicos, como los productos sin lactosa DIA o alimentos específicos de otro tipo. Por lo tanto, lo importante es no entrar en pánico y estar tranquilo en todo momento.
¿Qué es la intolerancia alimentaria?
No todas las personas sufren la intolerancia alimentaria de la misma manera. En general, al no asimilar los alimentos correctamente, el cuerpo humano puede responder de modo diferente. Sin embargo, el malestar es el rasgo general.
No es lo mismo una alergia que una intolerancia. En el primer caso, estamos hablando de un componente específico que el paciente no tolera y genera todo tipo de reacciones, entre ellas la producción de anticuerpos. Estos segregan algunas sustancias que serán las responsables de las reacciones alérgicas (picor, tos). En el segundo caso, los síntomas no son tan exagerados o fuertes, pero a la larga puede dar lugar a complicaciones más serias. No se generan anticuerpos ni afectan al sistema inmunológico. Por lo tanto, es el propio metabolismo el que se ve inmerso.
Entre las intolerancias más conocidas, se encuentra la intolerancia a la lactosa (NOFOLLOW). En estos casos, el paciente no produce la suficiente lactasa, una enzima intestinal encargada de procesar la lactosa. Aunque en algunos casos se puede llegar incluso a una operación quirúrgica en el intestino delgado, lo normal es que se solucione evitando los alimentos con lactosa.
Sin embargo, dado que en la actualidad es tremendamente complicado evitar o suprimir los alimentos con lactosa, las marcas cada vez se han especializado más y ofrecen productos sustitutos para los intolerantes. Las leches vegetales (soja, almendras, avellana) son una opción a la que cada vez más gente recurre. Además, existen productos con leche sin lactosa, entre los que se encuentran dulces o incluso pizzas. Las cafeterías y los bares suelen ofertar también este tipo de productos, conscientes de la necesidad de dar salida a un público que no tolera la leche de vaca.
Diagnóstico
Pero ¿cómo podemos saber si padecemos algún tipo de intolerancia alimentaria? Lo cierto es que la única solución es acudir a un médico, ya sea endocrinólogo o nutricionista, que nos recete las pruebas. Estas consisten en un simple análisis de sangre que permitirán al especialista comparar nuestros valores nutricionales y determinar las causas del malestar.
Por lo tanto, antes de dar por sentado una supuesta intolerancia alimentaria, hay que recurrir a este tipo de pruebas. Como hemos visto anteriormente, es muy común la confusión entre una alergia y una intolerancia. A ello se suman las diversas intolerancias que existen (intolerancia enzimática, intolerancia metabólica, intolerancia farmacológica o intolerancia indeterminada) que solo un especialista puede diferenciar. Dependiendo de nuestro caso específico, se decantará por un tratamiento u otro.