Para que una empresa funcione correctamente, enmarcada dentro de la ley y de las buenas prácticas, debe cumplir una serie de normativas y respetar ciertas reglas básicas. Pero, para que todo fluya con mayor efectividad, lo recomendable es asumir la filosofía del Compliance. Revisemos de qué trata y por qué es tan importante para un negocio.
Cuando una compañía actúa cumpliendo efectivamente con las normas y procedimientos establecidos por las leyes, y por las propias normativas internas, seguro que logrará avanzar en la senda correcta y con mayor seguridad. Por eso, es muy importante que todos los integrantes de la organización sigan de forma disciplinada todas las reglas existentes.
Para lograr tales objetivos, se debe seguir un plan especial de formación en la filosofía del Compliance, que no es más que un recurso empresarial que toma el cumplimiento normativo como prioridad, para garantizar un mejor funcionamiento empresarial, y así evitar posibles multas y demandas.
Entonces, para comprender en toda su dimensión qué es el Compliance, primeramente, se debe entender la importancia que tiene trabajar de forma organizada, con todos los miembros de la organización, con este fundamental objetivo, lo cual solo se puede lograr con disciplina y permanente formación.
Los objetivos del Compliance
El fin primordial de un servicio de Compliance, es fomentar el respeto y el cumplimiento de las medidas que se deben llevar a cabo para cumplir con las leyes y los reglamentos externos e internos, vinculados con la actividad empresarial que se desarrolle.
El Compliance tiene, en la actualidad, un papel preponderante en las empresas, debido al aumento de reglamentos, normativas y a la necesidad de tener una mejor función operativa.
La formación Compliance para empresas se ha convertido en una necesidad para el sector empresarial, que les ayuda a minimizar los riesgos, mejorar sus funciones e incrementar sus rendimientos. Para lograrlo, utilizan una serie de procedimientos y buenas prácticas, que contribuyen a identificar y categorizar los riesgos legales y funcionales, para idear los recursos preventivos, de gestión, control y reacción, que deben implementarse.
La formación en Compliance que los trabajadores de una empresa deben recibir es esencial para que estén informados sobre las normas, políticas, y el cumplimiento obligatorio de todas las leyes y procedimientos que rigen el funcionamiento de una organización.
Lograr que los trabajadores del negocio hagan dicha formación en Compliance puede garantizar una responsabilidad legal más firme y estable en ellos, que redundará en un mejor funcionamiento y mayor seguridad para todos en la empresa.
El código ético de toda empresa
Cuando una organización empresarial rige su funcionamiento mediante un código ético que respeta lo establecido y trabaja en función de preservar los valores, se puede tener la seguridad de que se tendrá una mejor imagen corporativa, tanto a nivel interno como externo, además de mayores rendimientos en distintos sentidos.
El código ético de una empresa, por lo general, es un documento escrito que reúne todas las normas, principios, directrices y reglas, que se deben seguir dentro de la organización, y que deben ser respetados por todos los trabajadores y directivos. Quien lo vulnera, está expuesto a sanciones que, habitualmente, están establecidas en el mismo.
Estos códigos ayudan a identificar y definir una compañía, tanto para los trabajadores como para los clientes. Asimismo, establece las reglas de comportamiento y los límites que no se deben rebasar.
Es como un recurso que advierte sobre la posible aparición de escenarios que puedan entrar en conflicto con los valores y reglamentos de la empresa.
También, aporta una serie de beneficios, entre los que vale la pena destacar los siguientes.
Sirve de guía: ayuda a orientar sobre la conducta empresarial y ética de una organización empresarial.
Refuerza los valores: favorece el conocimiento de los valores y la cultura empresarial.
Gestión óptima: permite una mejor organización en cuanto a las normativas y regula las correspondientes responsabilidades.
Genera confianza: demuestra el compromiso de la compañía por cumplir las reglas que lleven a un mejor desarrollo de sus actividades, tanto a nivel interno como externo.