Mucho se habla de la tecnología en las cabinas, que desde que los avances se instauraron ha permitido a empresas y conductores conseguir optimizar al máximo trayectos, tiempos y, sobre todo, trabajos.
Sin embargo, el verdadero protagonista que ha propiciado toda la revolución, más allá del esfuerzo obvio de empresas apostando por la digitalización, han sido los conductores con su capacitación.
Es necesario volver a poner el foco en ello, en la formación de profesionales que sepan, ya que la inversión se ha hecho y tienen a su alcance herramientas de gran calado, cómo usar toda la infraestructura que ahora son capaces de llevar en cabina y que genera una serie de datos que les permite interpretar los cambios que son necesarios para mejorar la rentabilidad, aportar más seguridad y esfuerzo.
Programas de capacitación: el objetivo para el conductor
Desde las empresas dedicadas al transporte de mercancías, sobre todo en países como España, donde el 90% se realiza por carreteras, saben que los datos son claves para poder implementar a nivel interno procedimientos que mejoren los resultados.
Gracias a la incorporación de un software en cabina capaz de monitorizar, en tiempo real, dónde están los vehículos, se ha podido recalcular de forma real el tiempo que se demanda para cada ruta e incluso, con un pequeño añadido, conseguir que la cabina vaya llena en todo momento desde las naves hasta su vuelta.
A esto, que también se suman datos de registro mecánico para saber si hay alguna avería, cuándo pasar las revisiones o incluso si mejorando la conducción se puede ahorrar combustible, se añaden en muchos casos una serie de cámaras que pueden servir de referencia para ver cómo mejorar la conducción y evitar acelerones o frenazos, carreteras que podrían evitarse para mejorar los tiempos o, incluso, si ha habido algún incidente en la carretera que no haya sido responsabilidad del vehículo.
Formando a los conductores, además, se consigue mejorar su forma de comprender y disfrutar de su trabajo. Gracias a una retroalimentación en tiempo real, pueden ser asistidos ante dudas o incidentes, pero también garantizan una mayor seguridad a la conducción y carga al sentirse parte de una cadena empresarial de la que son responsables.
“Los chóferes son claves en el sector. Es necesario ofrecerles todo tipo de formación, asistencia y apoyo para que puedan desempeñar su tarea de la forma más profesional y segura. Ante todo, es eso, aportarles más seguridad en la cabina y frente al volante. Para eso en el fondo es la tecnología. Cuando está bien aplicada y los conductores se sienten parte del proyecto, la rentabilidad llega sola” explican desde el sector.
Cuatro claves para conseguir una conducción segura
- Fomenta rutas que cumplan el tiempo estipulado de conducción y que permitan el descanso necesario antes de volver a ponerse en la carretera. Acortando los trayectos se ha demostrado que los conductores no necesitan acelerar y cumplen con las medidas de seguridad de una forma más efectiva.
- El cansancio es uno de los peores enemigos de quien va en cabina. Programa y avisa de las paradas obligatorias en rutas largas para garantizar la concentración necesaria para evitar accidentes.
- Asegurarse de que los vehículos y vías son compatibles. Es decir, adecuar las condiciones de la vía a la anchura y condiciones del vehículo. Esto, que parece a priori algo obvio, a veces no lo es tanto cuando no se conocen las rutas, de ahí que es importante escuchar y conocer bien cuál es el trayecto a seguir.
- Diálogo constante entre conductor y central en caso de cualquier incidente o cualquier situación en el transcurso del turno que necesite de asistencia o decisión.