Los propietarios o arrendatarios de viviendas siempre buscan formas de ahorrar en sus gastos mensuales, y un área en la que puedes marcar una gran diferencia es en tu tarifa de luz y gas. Haciendo algunos cambios sencillos en tu casa, puedes ahorrar mucho en tus facturas. Aquí tienes algunos consejos para empezar.
Comprueba regularmente tus tarifas de electricidad y gas para asegurarte de que tienes la mejor oferta según tu consumo
Los precios de la energía pueden fluctuar con regularidad, lo que hace casi imposible estar al tanto de la mejor oferta. Sin embargo, investigar proactivamente el mercado actual de la energía es una forma estupenda de asegurarte de que sacas el máximo partido a tu dinero. Comprobar periódicamente las tarifas de electricidad y gas y ver si hay mejores ofertas puede ahorrarte dinero a largo plazo; busca opciones como ofertas especiales, descuentos y programas de recompensas que se adapten a tus necesidades de consumo de energía. En este sentido, existen comercializadoras de energía como Wekiwi, con un enfoque novedoso, el cual permite al usuario elegir la recarga que desea cada mes. Esto permite no solo controlar el consumo mensual y poder reducir el gasto, sino que también, se puede adaptar a las necesidades específicas de cada persona y a su forma de consumir.
En última instancia, mantenerte informado te ayudará a asegurarte una tarifa asequible para todos tus gastos energéticos futuros
Utiliza bombillas de bajo consumo en toda la casa
Sustituir las bombillas tradicionales por otras de bajo consumo no sólo es una forma fácil de proteger el medio ambiente, sino que también puede ayudar a los propietarios de otras maneras. Las bombillas de bajo consumo consumen mucha menos energía que las tradicionales (hasta un 80% menos), por lo que las facturas de electricidad son mucho más bajas. Además, estas bombillas casi no producen calor mientras se utilizan, lo que hace que las casas sean más frescas y confortables durante los meses cálidos. Aunque las bombillas de bajo consumo pueden costar inicialmente más que las tradicionales, duran mucho más y a la larga resultan mucho más baratas. Y lo mejor de todo es que sustituir sólo una bombilla en cada habitación tiene un impacto que se va acumulando con el tiempo.
Considera la posibilidad de instalar paneles solares para generar tu propia energía
La energía solar es una solución ideal para satisfacer tus necesidades energéticas a la vez que reduces tus facturas y reduces tu huella medioambiental. Instalar paneles solares en tu casa te permite producir electricidad a partir del sol, una fuente de energía renovable y libre de emisiones. Esto significa que puedes reducir los costes asociados a las facturas de electricidad, servir como fuente de energía de reserva durante los cortes y aportar tu granito de arena al medio ambiente. Con los incentivos del gobierno y los avances tecnológicos, nunca ha habido mejor momento para pasarse a la energía solar. Si te sientes ecológico, plantéate instalar paneles solares hoy mismo: ¡podría revolucionar tu forma de obtener energía para siempre!
Apaga los electrodomésticos y las luces cuando no los estés utilizando
¿Sabías que dar pequeños pasos, como apagar los electrodomésticos y las luces cuando no se usan, puede tener un gran impacto en el medio ambiente? El consumo excesivo de recursos provoca una aceleración del cambio climático, y pequeños cambios como éste pueden ayudar a ralentizar sus efectos. Cada pequeña cosa ayuda: cuando apagamos las luces cuando salimos de una habitación o desenchufamos los aparatos electrónicos que no estamos utilizando, estamos reduciendo el consumo de energía. Nunca es demasiado tarde para cambiar nuestro comportamiento a mejor y asegurarnos de que hacemos todo lo que podemos para proteger el medio ambiente. Hacer este pequeño cambio nos ayudará a empezar a reducir nuestra huella de carbono individual además de contribuir al ahorro en la factura mensual.
En invierno, no abuses del uso de la calefacción
En los meses de invierno, a muchos nos gusta estar calentitos en casa. Aunque puede ser tentador subir la calefacción, intenta resistirte a la tentación de utilizar en exceso el sistema de calefacción, ya que repercute en la factura de la luz y en el medio ambiente. Tómate un tiempo para comprobar si las técnicas de impermeabilización, como el aislamiento y el calafateado, pueden ayudar a regular mejor las temperaturas antes de depender únicamente de la calefacción. Además, asegúrate de desempolvar o cambiar periódicamente los filtros de aire para un funcionamiento eficaz de tu sistema de climatización. Realizar actividades de mantenimiento sencillas como éstas te mantendrá caliente sin que te cueste demasiado dinero o energía.
En verano, abre las ventanas y puertas para que entre ventilación natural
El verano puede ser caluroso y pegajoso, pero hay formas fáciles de refrescar tu casa sin depender del aire acondicionado. Abre las ventanas y puertas para crear una brisa cruzada, que ayude a ventilar tu casa de forma natural. El aire fresco del exterior entra y el aire viciado y caliente del interior sale. Este planteamiento sencillo y sostenible puede requerir más esfuerzo que encender el aire acondicionado, pero puede reducir la temperatura interior y permitirte ahorrar energía y dinero a largo plazo. Una ventaja añadida: ¡obtienes el beneficio añadido de la luz natural y de las hermosas brisas cruzadas!
En conclusión, asegúrate de que tomas medidas proactivas para reducir el consumo de energía y disminuir las facturas energéticas. Comprueba regularmente tus tarifas y asegúrate de que tienes las mejores ofertas en relación con tu consumo. Instalar bombillas de bajo consumo en toda la casa, añadir paneles solares si te resulta factible, asegurarte de que los electrodomésticos y las luces están apagados cuando no se utilizan, y abrigarse bien en invierno o abrir las ventanas para ventilar en verano pueden ayudar a reducir el gasto en facturas de gas y electricidad. Es importante conocer estos métodos para optimizar el ahorro de energía, ya que puede suponer cambios significativos a largo plazo, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental.