La subida del precio de la luz es noticia varias veces al año. Muchos consumidores se acuerdan entonces de pensar en qué pueden hacer para consumir menos y no notar tanto la subida del precio de la luz en la factura. Y es entonces cuando se dan cuenta de que hay muchas cosas que pueden hacer para limitar el consumo.
Además de cambiar ciertos hábitos, hay más cosas que podemos hacer reducir la factura de la luz. Una de ellas es revisar las tarifas que nos está cobrando la compañía eléctrica. De hecho, puedes usar un simulador de factura de luz para comprobar cuánto pagarías en tu factura consumiendo lo mismo pero con otra compañía eléctrica.
Consejos de ahorro para reducir el consumo eléctrico
Adquirir hábitos de ahorro energético no solo es bueno para el bolsillo, sino que también es bueno para el planeta. Sin embargo, no todo son hábitos de consumo. También algunos ajustes que puedes hacer para limitar el gasto.
Calefacción y refrigeración
Tanto la calefacción como los electrodomésticos de refrigeración consumen mucha energía. Por eso hay que cuidar que el calor o el frío no se escapen. Para ello es conveniente revisar los sellos de las ventanas y de las puertas, y también de los propios electrodomésticos (si no cierran bien necesitarán más energía para mantener la temperatura).
También es recomendable revisar los termostatos de la calefacción y del climatizador y ajustarlos. Un grado de más o de menos supone una gran diferencia de consumo, y eso se nota en la factura. Del mismo modo, también hay que revisar y ajustar la temperatura del refrigerador y congelador.
Electrodomésticos de bajo consumo
Los electrodomésticos tienen un indicador de consumo. Antes de comprar, revisa este etiquetado y comprueba el consumo medio. Tal vez sean un poco más caros (aunque no necesariamente), pero en cualquier caso puedes comprobar el ahorro utilizando los datos aportados por cada etiqueta.
Además, en electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas es recomendable usar los ciclos eco para reducir el consumo.
Agua caliente
Calentar el agua conlleva también un importante gasto eléctrico. Una manera de controlar el gasto es regulando la temperatura en la caldera. También se puede ahorrar acortando el tiempo de las duchas (lo que también puede suponer un ahorro en la factura del agua).
También se puede ahorrar mucho en la factura de la luz en la lavadora o el lavavajillas reduciendo la temperatura del agua cuando sea posible.
Iluminación de bajo consumo
Usar luminarias de bajo consumo es otra forma de ahorrar energía. Las nuevas bombillas de led consumen muy poco y cada vez tienen precios más asequibles. Tal vez se note poco si cambias solo una luz, pero puedes notarlo mucho cuando cambies más.
Otra forma de ahorrar en la iluminación es usando atenuadores para bajar la intensidad cuando no se requiera tanta luz.
Y no hay que olvidar el consejo estrella más popular, pero en lo que todavía se falla mucho: cuando salgas de una habitación y siempre que no sea necesario, apaga la luz.