Llegó el verano y con el sentimos con más intensidad los maravillosos rayos del sol; por supuesto tenemos que protegernos muy bien y evitar exponernos a su vigor en horas no adecuadas. Pero, seguramente no pensamos sólo en nosotros, así que puede que nos preguntemos; ¿qué podemos hacer para que nuestras plantas no queden mustias durante esta época de calor?, ¿cómo regar las plantas en verano?, y ¿con cuánta frecuencia?
Continúa leyendo y obtendrás una guía clara sobre el tema y la satisfacción de lograr tú misma que tus plantas aprovechen, se nutran y se renueven este verano.
Cómo regar las plantas en verano
Mantén constantemente la humedad: En verano la mayoría de las plantas requieren una humedad continua. Aún así debes permitir que la tierra seque antes de volver a regar, esto hace posible que las raíces crezcan.
Riega menos pero por más tiempo: Es más adecuado para las plantas que las riegues 2 veces por semana, pero que le suministres por más tiempo una mayor cantidad de agua.
Riega al atardecer: Si riegas al atardecer o en la noche el agua enfría el suelo y se evapora más lentamente. Además, por la noche las plantas tienen la oportunidad de absorber toda el agua que necesitaran para soportar el calor del día siguiente.
Evita mojar las hojas: Si observas las hojas de tus plantas enfermas es por agua de riego que queda en ellas durante la noche, esto propicia la aparición de moho. Además, las hojas húmedas expuestas al sol presentaran quemaduras solares.
Otras sugerencias al regar las plantas durante el verano
Suministra la cantidad apropiada de agua: Realiza un riego que llegue hasta las raíces. Si el riego es escaso solo se humedecerá la tierra superficialmente y no se hidrataran bien tus plantas. Ten en cuenta que si tus plantas son de cultivo dependen de que la tierra esté húmeda de forma pareja hasta que el fruto esté maduro.
Riega ordenadamente y de forma repetida: Es apropiado regar por zonas y de forma repetida; es decir, riega, deja que el agua se absorba y vuelve a regar. Así el agua será absorbida correctamente en lugar de desbordar la superficie.
Riega de forma distribuida: Un riego ineficiente hará que no todas las raíces prosperen y que los nutrientes no se absorban adecuadamente. Por lo tanto, distribuye el agua alrededor de la planta.
Evita encharcamiento: Las raíces necesitan oxígeno por eso evita que el agua quede estancada al pie de la planta.
Indicaciones adicionales
Utiliza tierra adecuada: Las tierras compuestas por minerales como la arcilla y otros son de excelente calidad. Las propiedades de este tipo de tierra logran retener mejor el agua. Sin embargo, en las épocas de veranos húmedos o de invierno hay que vigilar que al regar exista un buen drenaje para que las plantas no se perjudiquen.
Riego automático: Este tipo de sistemas te garantiza un regado exterior constante, suficiente y sin la necesidad de tu presencia. Hay diferentes programadores muy sencillos y no tan caros, elije el que más te convenga. Además, el verano también es sinónimo de vacaciones y disfrute en la familia; por eso te aconsejo la instalación de este método y no te preocupes por tus plantas mientras disfrutan la energía que nos proporciona el verano.
También existe una técnica parecida para las plantas de interiores, son las hidrojardineras o macetas autoriego. Es un sistema que suministra el agua según lo demande la planta y que sólo requiere tu supervisión para reponer el agua en intervalos que van entre 2 semanas o mes y medio. Dependiendo de la capacidad del recipiente y de la temperatura ambiental, entre otros elementos.