Es muy difícil saber quién será el próximo campeón de la máxima competición continental. En primer lugar porque el próximo verano se prevé muy movido en cuanto al mercado de fichajes, tras una temporada atípica en la cual los clubes han visto reducidos notablemente sus ingresos por lo tanto habrá que estar muy atento a las incorporaciones de los clubes más grandes de Europa. Este año nadie esperaba que el Chelsea de Tuchel, recordemos despedido del PSG, se alzará con el máximo trofeo continental y menos jugando contra el Manchester City de Guardiola que se hizo con la Liga inglesa de manera incontestable arrasando.
Pero está claro que en el mundo del fútbol no hay favoritos y cualquier equipo en una eliminatoria a doble partido puede dar la sorpresa. Sin ir más lejos en esta pasada edición, el Oporto fue capaz de eliminar a la todopoderosa Juventus comandada por Cristiano Ronaldo. A pesar de todo, y a la espera del futuro del portugués, no cabe duda de que la “vecchia signora” volverá con más fuerzas, y quién sabe si mejores jugadores, a intentar un nuevo asalto a la “orejona” que le ha negado el Milán primero, luego el Barcelona y finalmente el Madrid.
Un Madrid que tras conquistar cuatro títulos en cinco años, encadena ya tres temporadas sin llegar al último partido. El “rey de Europa” sabe que no se puede permitir encadenar tantas decepciones y seguro que intentará volver a reinar en su torneo fetiche. Tras la salida de Ramos, en la casa blanca se espera quizá la llegada de Mbappé y un nuevo central que apuntale la defensa.
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De la mano de Carlo Ancelotti, el Madrid conquistó la ansiada décima Copa de Europa en Lisboa con aquel histórico cabezazo de Sergio Ramos cuando el Atlético de Madrid se veía campeón. El italiano volverá a la que fue su casa durante dos años para intentar reeditar aquel éxito, y lo hará con el claro objetivo de volver a ser protagonista en Europa.
Otro candidato a la gloria será el Atlético de Madrid. El flamante campeón de la Liga intentará por fin dar el salto de calidad necesario tras quedarse dos años a las puertas de la gloria, siempre ante el eterno rival. Simeone ha demostrado que siempre es capaz de construir un bloque sólido, y en la Champions es dónde se debe confirmar.
Y cómo no, no podemos olvidarnos del Bayern de Múnich, que de la mano del entrenador más caro del mundo, Nagelsmann, luchará sin lugar a dudas por la Copa. El claro dominador de la Bundesliga en los últimos años y de la mano de un Lewandoski, que este año anotó la friolera de 41 goles, peleará sin duda por volver a levantar el trofeo que ya conquistó la pasada temporada, recordemos tras golear en semifinales al Barcelona, lo que provocó un terremoto en la ciudad condal, cuando Messi intentó marcharse del equipo.
Será precisamente el equipo culé otro de los que siempre están allí mano a mano con los más grandes. Tras los fichajes de Agüero, Depay y Eric García, parece que su presidente, Joan Laporta, intenta dar un giro al timonel de la nave blaugrana. A pesar de las dudas que se ciernen sobre Koeman no cabe duda de que el holandés ha ido introduciendo savia nueva en el vestuario. Messi está valorando ya la renovación, y todo hace indicar que el equipo volverá a ser uno de los serios candidatos a ganar un torneo que no levanta desde el año 2015. La pelea sin lugar a dudas se prevé interesante.
