Inflación, deuda, peligro de recesión. Basta con dar un vistazo a la prensa económica para darse cuenta de que Europa no vive su momento de mayor bonanza. Esto tiene un impacto muy importante en países como España. Por eso en este artículo acercamos algunas de las estrategias que usan las personas que desean ordenarse.
Hacer un esfuerzo para intentar vivir sin deudas
Cuando hablamos de “desorden” financiero nos referimos a no tener las cuentas claras. Por ejemplo, no tener idea de cuánto dinero se está destinando en la actualidad al pago de gastos corrientes y cuánto al pago de deudas o intereses.
Para empezar a ordenarse, algunos clientes bancarios valoran una estrategia de consolidación de deudas. Por ejemplo, un préstamo de tipo fijo puede utilizarse para agrupar deudas de distintos orígenes y cancelarlas. Esto ayuda a que las cuotas sean más predecibles y potencialmente incluso con menores intereses.
Una herramienta útil para las personas que evalúan la posibilidad de adquirir un préstamo son los comparadores de préstamos, como Better Compared. Este tipo de portales ponen en valor las opciones dentro del mercado para que los usuarios puedan obtener información sobre los tipos de interés, los plazos y otros detalles del proceso de adquisición.
Qué es importante saber sobre la consolidación de deuda
La consolidación de deudas sirve para canalizar los pagos en un único préstamo o adelanto. Sin embargo, no es una táctica adecuada para todo el mundo. Es un instrumento financiero que produce un camino para el pago de las deudas, pero en ningún caso supone su condonación.
Es decir, a través de esta estrategia las personas logran imponer un mayor orden en sus finanzas, pero igual siguen teniendo la obligación de pagar mes a mes. Por eso, a veces una posible alternativa, dentro del alcance de la persona, puede ser la liquidación directa de una parte de las deudas. Es importante evaluar cada escenario en particular.
Conocer con exactitud cuánto entra y cuánto sale
Parte del esfuerzo por vivir sin deudas queda enmarcado dentro de una idea más grande que es la de lograr una vida sin estrés financiero. Un paso importante para poder bajar el ruido es ordenar, encasillar y catalogar todos los gastos.
Se puede hacer con hojas de cálculo o aplicaciones hechas especialmente para llevar la contabilidad personal. Sin embargo, no es necesario ir tan lejos ni complicarse demasiado. La solución puede ser tan simple como conseguir un cuadernillo en el que se anoten todos los ingresos del hogar y todos los gastos.
Visualizar estos conceptos ayuda a las personas a identificar faltantes, superávits e irregularidades. Si se trata de una familia, también puede ser una ocasión para tener una charla sobre los ingresos y egresos que produce cada uno de los miembros. Quizás revisando algunos gastos se puede llegar a tener una cierta estabilidad.
Ahorro hormiga
Se habla mucho de los “gastos hormiga”, esos pequeños “gustitos” que van minando la capacidad de guardar dinero para el final del mes. Sin embargo, la misma tentación puede ser usada para producir el tan deseado ahorro.
En el libro “Hábitos Atómicos”, el autor James Clear propone una técnica interesante para evitar las tentaciones. Consiste en resistir al impulso de hacer la compra e inmediatamente depositar el valor de la misma en una cuenta de ahorros.
¿Evitaste tomar un café fuera de casa? Pon el dinero que hubieras gastado en una cuenta separada. De esta forma, una acción que producía un sentimiento de sacrificio se convierte en una recompensa, que te ayudará a conservar ese hábito en el tiempo.
Empleando la táctica de “ahorro hormiga” se puede llegar a un monto considerable, dependiendo de la persona que la utilice y la diligencia con la que la aplique. De cifras, que tal vez van de dos en dos, se logra sumar para poder ir de camino a la estabilidad tan deseada.