Vivimos en un contexto social especialmente complicado, enmarcado por la dura guerra que sigue vigente hoy en día en Ucrania a causa de la invasión rusa. Los daños colaterales de este conflicto bélico que lleva en activo desde el 24 de febrero de 2022 han sido devastadores para todo el planeta. Un drama sin precedentes en la historia más reciente de Europa que todavía está dejando ver su peor versión. Sin embargo, desde España se ha apostado por proteger a las personas que más lo necesitaban y se abrió un programa de refugiados de lo más eficiente. Lo cual nos lleva a hablar del sustancial incremento que ha habido en la demanda de traductores oficiales entre ambos idiomas.
La acogida de inmigrantes incentiva la traducción jurada
Desde el estallido de la guerra en Ucrania, fueron muchas las personas que se vieron obligadas a abandonar su hogar en su lucha por la supervivencia. Ante tal realidad, España abrió sus fronteras y, hoy en día, las cifras más recientes afirman que ha habido casi 170.000 refugiados en el país. Algo que podemos ver reflejado en el aumento de solicitudes de los servicios de un buen traductor jurado de ucraniano-español, quienes otorgan validez a todo tipo de documentos legales y administrativos.
Antes de nada, es importante comentar que un traductor jurado no es un traductor cualquiera. Hablamos de un profesional que ha de haber sido habilitado previamente por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, asegurando así que sus labores gozan de una autoridad lingüística incontestable. Puesto que el papeleo asociado a los proyectos de refugiados y su consecuente integración en el país no es poco, resulta evidente por qué estos especialistas son más importantes que nunca. Un trabajo que se toman con la máxima seriedad para actuar con rapidez en estos complicados tiempos de crisis humanitaria por los que estamos pasando.
En cuanto al tipo de documentos que suelen requerir el sello de validez legal de estos traductores encontramos algunos como los pasaportes, las partidas de nacimiento, los certificados de matrimonio, los expedientes académicos, los títulos universitarios o los certificados de antecedentes penales. Unos cuantos ejemplos de cómo los traductores jurados participan en el ámbito burocrático, garantizando así que los ucranianos refugiados obtienen todos los permisos necesarios ante las administraciones públicas. Ahora bien, no todas las agencias cuentan con la homologación de traducción jurada y es importante saber a quién y cómo pedir un servicio de estas características.
Cómo solicitar una traducción jurada ucraniano-español
En base a la última información brindada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, fechada el 4 de mayo de este mismo año, solo hay cinco traductores jurados de ucraniano en nuestro país. Una carencia profesional que ha puesto de manifiesto la necesidad de tener a más especialistas disponibles, sobre todo ahora que la demanda no deja de crecer. Por suerte, estos cinco traductores se están dejando la piel para dar respuesta a las necesidades de cualquier cliente, con independencia de la provincia en la que resida.
Gracias a la eficiencia del panorama online, ahora todo es tan sencillo como enviar de forma telemática el documento que se quiere traducir. Un proceso que se hace vía email y que, una vez la agencia de traducción jurada lo recibe, se somete a estudio para elaborar un presupuesto competitivo. En dicho presupuesto se suelen incluir los gastos de envío del documento en formato físico a todas las zonas de España, simplificando al máximo este trabajo tan solicitado en la actualidad.
En cuanto a los tiempos que puede tardar la traducción completa, no hay duda de que la escasez de traductores y el aumento de la demanda de los ucranianos ha provocado que se produzcan ciertas demoras en la resolución. No obstante, podemos estar orgullosos de los traductores jurados de ucraniano-español que hay en activo hoy en día. Su compromiso por dar respuesta lo antes posible a sus clientes no ha cesado en este año y medio de guerra; buscando siempre la forma de resolver las necesidades de quien más ayuda requieren.