Las comunidades energéticas sirven para aumentar el consumo de energías renovables sin tener que instalar en el hogar ningún elemento, además, se contribuye a la protección del entorno
Los modelos de producción de energía están cambiando en los últimos años. Es más, en la actualidad es evidente que la apuesta por energía renovables, fuentes inagotables de generación de la misma y evitar la contaminación que se deriva de la extracción, tratamiento y emisión de gases por los combustibles fósiles es algo que se está desarrollando a nivel global.
Ante este cambio tan radical de generación de energía tiene que surgir un sector fuerte y competitivo que sea capaz de asumir el nuevo modelo. Por eso, hay empresa de eficiencia energética que ya están trabajando con gran empeño en la implantación de instalaciones que abrigan este tipo de generación limpia de energía.
Por supuesto, el cambio de producción energético conlleva a unos nuevos panoramas tanto visuales como de transporte de la energía. Por eso, los campos de placas solares, los de energía eólica o los mareomotrices se están multiplicando. Pero también las propias ciudades y núcleos urbanos que están asumiendo en su skyline esas nuevas estructuras que es el futuro de la generación energética eficiente, limpia y respetuosa con el entorno.
Las comunidades energéticas locales una apuesta de futuro
En primer lugar, hay que definir en qué consiste una comunidad energética. En esencia, se trata de una entidad jurídica que está compuesta por una serie de asociados que pueden ser personas o entidades fiscales, asociaciones o pymes, así como administraciones públicas para generar energía común para el consumo propio o el de terceros.
En esa línea trabaja Sabia Energia que pone en marcha este tipo de comunidades energéticas, para las que la legislación está siendo cada vez más favorable. Además, uno de los resultados más inmediatos y que más aplauden sus beneficiarios es el abaratamiento de la factura de electricidad, el no tener que instalar en el hogar ningún sistema propio. Además, la satisfacción asociada de estar contribuyendo a la mejora del medio ambiente y el entorno.
La energía fotovoltaica y todas sus ventajas
Como se ha expuesto en el artículo, la implantación de este nuevo modelo productivo hace que el paisaje que conocemos hasta ahora también cambie. Por eso, hay empresa fotovoltaica que hacen grandes inversiones en la implantación de plantas que generan una gran cantidad de energía que después es almacenada, procesada y distribuida. Lo que se consigue con la obtención de energía a través de estos campos fotovoltaicos es no contaminar el medio ambiente y contribuir al crecimiento de las zonas verdes del planeta. Servirse de una fuente natural de energía como es el sol y trabajar la eficiencia.
Tramitar todos los permisos administrativos, todos los proyectos de actuación que son necesarios y acompañar durante todo el proceso es esencial.
Una forma eficaz de cuidar el planeta
Para finalizar, en cualquiera de los casos lo que se busca de manera incesante son soluciones de energia renovable para cuidar nuestro planeta, para que cualquier espacio sea susceptible de autoabastecerse y, por ende, no recurrir a las energías contaminantes. Generando este tipo de acciones se llega a un planeta más habitable, a frenar los efectos del cambio climático y a servirse de recursos naturales como fuentes de energía que están al alcance de todos casi en todos los rincones del mundo.
En definitiva, ser energéticamente autosuficientes hace que no se generen conflictos de intereses ni que nadie sea dueño de los recursos y los gestione a su antojo. Por tanto, es una forma de democratizar la generación de energía y hacerla asequible a todos los ciudadanos del planeta. Sin duda esa es la misión más inmediata, fomentar el autoabastecimiento, cuidar el entorno, ser más eficientes y más sensibles con la fauna, la flota y el equilibrio natural de la Tierra.