La terminología relacionada con la pandemia, con términos como “lockdown”, “drive-in” y “social distancing” y otros más populares, se ha impuesto en todo el mundo, reforzando la difusión y el dominio de la lengua inglesa.
“Nos hemos visto inundados de nuevos términos y definiciones en muy poco tiempo”, dijo, por ejemplo, el lingüista Georgios Babiniotis a The Guardian.
El rápido desarrollo de la pandemia provocó una necesidad urgente y global de comunicar información de salud pública que dejó relativamente poco tiempo para las actividades tradicionales y formales de planificación lingüística.
Además de las palabras oficiales y las relacionadas con la jerga médica, muchos de los nuevos términos se refieren al carácter socialmente distanciado del contacto humano durante este periodo, como la “virtual happy hour”. Muchos utilizan “corona” como prefijo; por ejemplo, muchos se preguntan cómo les irá a los “bebés corona” (niños nacidos o concebidos durante la pandemia).
Pero veamos algunos términos en inglés relacionados con la pandemia:
Social distancing: mantenerse lo más alejado posible de otras personas.
Self-isolating: alejarse completamente de otras personas, aislarse.
Herd immunity: resistencia a la propagación de una enfermedad que se produce si un número suficiente de personas de una población tiene o desarrolla inmunidad, por ejemplo, mediante la vacunación.
Patient zero: el primer paciente.
Panic buying: comprar grandes cantidades de determinados productos por miedo a que se agoten.
Quarantine: cuarentena, aislamiento de pacientes infectados o condición de precaución.
Pero la pandemia no es el primer caso del fenómeno de que la lengua inglesa se apodere de la jerga local, el vocabulario, los modismos, la señalización -e incluso la estructura lingüística- en todo el mundo. El inglés es la lengua oficial en casi 60 países y se utiliza ampliamente en muchos más. Aparte del uso oficial, es la lengua de facto para los negocios, la investigación y las conferencias, la ciencia, la diplomacia, los medios de comunicación internacionales, las redes sociales y, sobre todo, Internet, lo que la convierte en una lengua fundamental para quienes buscan oportunidades de negocio o educación internacionales. Esta es otra de las razones por las que es muy recomendable estudiar inglés, por ejemplo a través de clases particulares de inglés online.
También ha habido una tendencia en muchos países a utilizar el inglés como herramienta de marca. El “foreign branding” es una táctica de marketing en la que las marcas utilizan palabras extranjeras o que suenan a extranjeras para dar a los consumidores una determinada imagen o sensación.
Por ejemplo, se puede dar un nombre que suene a francés a una marca para dar una imagen de alta costura, lujo u otros términos generalmente asociados con ser francés; o se puede dar un nombre que suene a alemán a marcas de electrónica o automóviles para asociarlas con la ingeniería alemana.
Los estudios han demostrado que la lengua inglesa en las marcas se asocia a una imagen internacional, a la modernidad, a la globalización o a una connotación de occidentalización. Además, sus propiedades lingüísticas y su accesibilidad global lo convierten en un idioma atractivo tanto para los grandes anunciantes como para los comercios locales.
Utilizar el inglés en anuncios u otros contextos también puede ayudar a cerrar una “brecha léxica”, ya que algunos idiomas, como el neerlandés, no tienen palabras nativas para computer, tabloid o airbag.
Algunos sostienen que el inglés se ha hecho omnipresente porque es “fácil de aprender” o particularmente flexible, pero una cosa es cierta: las lenguas y las fronteras cambian con el tiempo, pero es probable que el inglés siga siendo la lengua número uno del mundo durante nuestra vida.