Ni la nueva ola de la Covid-19 ni la subida generalizada de los precios como consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania van a poner freno al impulso turístico que vivirá México este verano. Junio, julio y agosto están llamados a ser los meses de la ansiada resurrección del sector, como así lo indica la Secretaría de Turismo del gobierno de México (Sectur), desde donde se estima que el país recibirá más de cincuenta millones de visitantes en temporada estival.
Al hilo, empiezan a perfilarse algunas cifras de interés: aproximadamente la mitad de todos estos turistas pernoctarán en hoteles, lo que a su vez permitirá que el alojamiento se recupere en más del noventa por ciento con respecto al mismo periodo del año 2019. Del número total de viajeros, en torno a los dieciocho millones provendrán de cualquier punto de la geografía nacional, mientras que el resto tendrá su origen de partida en el extranjero.
Con Miguel Torruco a la cabeza, la Secretaría de Turismo informó hace unos días de cuál será el ritmo de ocupación que maneje el sector en estas fechas. En concreto, los hoteles nacionales rozarán de media el sesenta por ciento de las habitaciones ofertadas, generando con ello unos beneficios económicos de más de cincuenta y nueve mil millones de pesos. En esta dinámica de números, los destinos que se presentan como los predilectos para el turista son esencialmente Cancún, Riviera Maya, Puerto Vallarta y Tulum. Según marca la previsión estatal, todos ellos llegarán a una nivel de ocupación de más del setenta por ciento a lo largo de julio y agosto. El segundo puesto será para lugares como Ciudad de México, Puebla, Mérida o Monterrey, que conseguirán vender seis de cada diez estancias.
Más allá del hospedaje tradicional, el repunte turístico también se dejará ver en otros modelos de alojamiento que en los últimos años han logrado consolidarse, como pueden ser las residencias familiares o los apartamentos particulares gestionados por compañías como Airbnb o Homeway. En este segmento, así lo apuntan desde Sectur, se espera atender a casi treinta millones de turistas extraordinarios.
Este escenario tan favorable que se presenta en el territorio mexicano ha suscitado igualmente las declaraciones del presidente de la Asociación para la Cultura y el Turismo en América Latina, Armando Bojórquez, que mostró su sorpresa ante la rápida recuperación que está viviendo el país, y no porque se trate de México en particular, sino porque el contexto global no termina de invitar a una mejoría plena.
Fue el pasado mes de abril cuando el Consejo Mundial de Viajes y Turismo informó en su último encuentro sobre la lista de naciones que mejor ritmo de crecimiento turístico mantendrán durante este verano. Entre las más destacadas, la sexta plaza fue para México, que ya se posiciona como firme candidato para superar incluso los números que cosechó en periodo prepandémico. En la misma sintonía se mueven los datos que manejan desde ForwardKeys, la empresa especializada en el estudio turístico, que prevé que el país azteca acogerá un diez por ciento más de viajeros provenientes de otros países durante los meses de julio y agosto, rebasando de este modo los registros estivales de 2019.
Ante este hilo de buenas sensaciones, la Secretaría de Turismo, centrándose en los visitantes de fuera de México, ha llevado a cabo una previsión del montante económico que el sector dejará en el país. Se calcula que este año la cifra total de dinero que gasten estos turistas en toda la geografía mexicana estará por encima de los veinticinco mil millones de dólares. Son números que representan un aumento de más del tres por ciento con respecto a lo vivido en 2019, fecha en que se produjo el último récord en esta variable.
El análisis sectorial de la secretaría del estado incide asimismo en el perfil de visitantes extranjeros que se decantan por el país en sus estancias vacacionales. El setenta por ciento de los mismos proviene de los Estados Unidos, y en su mayoría eligen destinos en los que predomina el sol y la playa. Son datos que los diferentes organismos turísticos pueden recopilar en sus portales web gracias al uso del bigdata, siguiendo en este sentido el modelo implantado por aquellos entornos digitales que son especialistas en el diagnóstico de información a gran escala, como pueden ser los gigantes del comercio electrónico o las plataformas de juegos de azar. Sin ir más lejos, los principales negocios y casinos online en Mexico son a día de hoy las referencias a seguir en el estudio pormenorizado de los datos que los usuarios van dejando mientras navegan por la web. Gracias a esto, puede conocerse cuáles son sus gustos y preferencias para proporcionarles una experiencia más personalizada. De esta forma, la industria del juego estudia variables de todo tipo, desde el historial de búsqueda hasta el tiempo que un cliente deja el puntero del ratón sobre determinadas zonas de la pantalla, siempre con la intención de conocer cuáles son, por ejemplo, sus temáticas de juego favoritas o las salas y las recompensas que les resultan más atractivas.
Además de usar esta tecnología, la Secretaría de Turismo mantuvo abiertas las fronteras del país durante la pandemia, lo que sin duda contribuyó a que el impacto de la emergencia sanitaria en el turismo nacional fuera más suave que en otras partes del mundo.