La vida en una comunidad de vecinos puede convertirse en una auténtica odisea si no se cuenta con un buen administrador de fincas. Son muchas las labores administrativas, financieras y comunitarias que se deben llevar a cabo en el día a día y, en caso de que haya conflictos en el proceso, es fundamental tener a alguien que actúe desde un punto de vista objetivo. Todo ello teniendo en cuenta que realizar dichas acciones nos roba un tiempo precioso, tiempo del que podemos disponer si delegamos en un profesional de rigor dentro de este sector.
Trámites administrativos y gestión de la contabilidad de la finca
Quienes viven en un edificio y comparten escalera con otros tantos inquilinos, saben bien lo complicada que puede llegar a ser la convivencia. Solo hay que estar en una junta de vecinos para percatarse de esta realidad, reuniones donde se suele respirar un ambiente tenso, por los conflictos cotidianos entre propietarios. Ante tal realidad, es evidente que tener un administrador de fincas Huelva, o de la ciudad en la que vivamos, es de vital importancia, con el fin de poner en sus manos cualquier acción administrativa que se deba llevar a cabo.
Los administradores de comunidades de vecinos tienen como cometido principal llevar a término cualquier tipo de gestión administrativa. Entre las acciones más destacadas encontramos algunas como: gestionar todos los recibos de la finca, así como encontrar y realizar los consecuentes pagos a los proveedores, entre otros. Asimismo, asumen la organización de las juntas, sean ordinarias o extraordinarias, y redactan las actas para plasmar todas las decisiones que se acuerden en estas reuniones. Por consiguiente, todo administrador debe actuar con absoluta responsabilidad, transparencia y objetividad, garantizando nuestra tranquilidad en todo momento.
De igual forma, los administradores de una comunidad de propietarios están estrechamente ligados con la estabilidad financiera de la misma. Estos especialistas son los que llevan toda la contabilidad de la finca, detallando cada uno de los gastos o ingresos que pueda recibir el edificio. Un trabajo que se desarrolla bajo los parámetros del Plan General Contable, evitando problemas a posteriori que puedan afectar al bolsillo de los propietarios. En consecuencia, si se necesita un agente de estas características, resulta fundamental asegurarse previamente de que cuenta con todos los conocimientos necesarios para controlar las cuentas de la finca sin margen de error, de ello dependerá la solvencia de cualquier comunidad de vecinos a corto y largo plazo.
Cualquier tipo de incidencia debe ser notificada
Con el paso de los años, es más que probable que el edificio vaya sufriendo diferentes tipos de desperfectos. Por consiguiente, es de agradecer tener a alguien que pueda dar la cara y se ponga al frente de la gestión de este tipo de incidencias. Esta es otra de las funciones de los administradores de fincas, quienes velarán por la satisfacción de los vecinos como clientes, arreglando todo aquello que necesite una reparación. Ascensores, escaleras, entradas e incluso problemas específicos de los propietarios, de forma que la tranquilidad de la propiedad y los vecinos jamás se verá perturbada más de la cuenta.
Sin embargo, no todos los conflictos se dan en cuanto al estado del edificio, sino también con otros inquilinos. Como bien hemos comentado, su rol como mediadores en las juntas de vecinos es crucial, evitando discusiones con otros miembros de la comunidad. Ahora bien, esto es todavía más importante cuando hablamos del control de la morosidad, con el fin de que ningún propietario se salte los pagos pertinentes. En caso de hacerlo, se pondrán manos a la obra para encontrar las soluciones más eficaces antes de tener que llegar a los tribunales.
Como se puede ver, no tener un administrador de comunidades de primer nivel, puede jugar auténticas malas pasadas. Merecemos estar tranquilos en nuestro hogar y esto se antoja imposible si el edificio está continuamente quebrando nuestra paz mental. La solución ante cualquier problema es bien sencilla, se debe buscar un administrador de prestigio y poner en sus manos todo cuanto pueda repercutir en la vida en comunidad.