Jamones de primera calidad
Si vamos a centrarnos en los embutidos más deliciosos de las principales encinas, no hay mejor manera de empezar que con la autoridad de los jamones fregenal de la sierra. Extremadura es tierra de embutidos y, como tal, el jamón de esta región se alza como uno de los mejores de todo el país.
Pongamos el ejemplo del jamón de bellota. Para que el sabor y la textura converjan con un grado de excelencia incontestable, se antoja imperativo que la vida del cerdo haya sido de primer nivel. Porque la alimentación a base de bellota, así como su libertad de movimiento, son aspectos que repercuten en la calidad del producto final.
Asimismo, el proceso de curación debe responder a una serie de pautas climáticas que no dejan margen para el error. Ante dichas realidades, resulta de lo más acertado explorar las tiendas que priorizan en estos aspectos y ponen a la venta los jamones con los correspondientes sellos gourmet.
Morcón de las mejores matanzas
Si bien es cierto que todo el mundo conoce el jamón -tanto el de bellota como las paletillas-, cabe señalar que existen ciertos embutidos que tienden a pasar desapercibidos entre el conjunto de la población. Este es el caso del morcon extremeño, popular en esta maravillosa comunidad.
El morcón es muy similar al chorizo, tanto en forma como en método de preparación; sin embargo, este está hecho a base del intestino grueso del cerdo, mientras que el chorizo se hace con el delgado. Una diferenciación que nuestro paladar aprecia con agradables matices de sabor.
La elaboración del morcón suele estar asociada a las matanzas de los cerdos, festividades típicas en regiones como Extremadura. Por ende, si acudimos a tiendas radicadas en estas tierras, garantizamos que el producto que compramos prescinde de todos los rasgos industriales que tienden a dañar la calidad final.
Lomo, encuentra tu formato preferido
Al igual que sucede con el jamón, encontrar una caña de lomo iberico no resulta precisamente sencillo cuando acudimos a comercios como los supermercados. Para que la calidad del lomo responda a las expectativas de los gustos más exigentes, es crucial que, tal y como se ha mencionado previamente, el cerdo haya gozado de todo tipo de libertades durante sus años de vida. Un hecho que suele incrementar el precio, pero que indudablemente merece la pena en cuanto la pieza de ibérico roza nuestras papilas gustativas.
Puesto que hablamos de un producto de alto valor económico, es prioritario saber cómo conservarlo una vez llegue a nuestra casa. Mantenerlo en un lugar fresco y seco, cubrirlo con un film en cuanto abrimos la caña o terminarlo en un margen de 30 días son algunas de las acciones más relevantes; velando por un artículo gastronómico de lo más delicioso.
Además de la caña de lomo, hemos de saber que esta parte del cerdo se comercializa en diferentes formatos. Este es el caso del lomito que, de igual manera, se antoja fundamental aprender a conservarlo para que no pierda las propiedades de sabor o textura que le han conferido un rigor propio de los productos de alta cocina.
Asimismo, las tiendas especializadas en embutidos nos permiten comprar este tipo de piezas ya loncheadas, garantizando que el corte responde a las exigencias de su calidad de elaboración. Porque la manera en la que se cortan estos productos repercute en nuestra experiencia final y qué mejor manera de garantizar la exquisitez que confiando en las labores de quienes se dedican profesionalmente a la venta de ibéricos.