Una sociedad comienza desde sus costumbres más tradicionales a aquellas más complejas como las ofrecidas por la ciencia, se puede deducir que la sociedad se ha visto como un componente personal, es decir, donde podemos apreciar la existencia del medio externo y todo aquello que nos afecta, nos oprime, nos forma, nos fortalece o nos incita. Por eso que una función social suele definirse como algo existente de una persona, que se mantiene y al mismo nos limita.
Una función social va más allá de una sociedad buena o mala, que en muchos casos puede ser perjudicial o apropiada para nuestra propia vida diaria, pero en realidad nos enfocamos a un punto incierto, donde hay consecuencias si no se aplica correctamente.
Ante una sociedad podemos encontrar expresiones pragmáticas, las cuales no se encargan de influir en las actividades diarias, sino que es a través de la misma sociedad quien nos forma y ayuda a conservar nuestra propia vida, involucrando la salud física y mental. Aunque y según las dinámicas que se crean, igualmente se suele obtener resultado variado.
Crear identidad
Una función social va acompañada de la identidad el cual es un proceso psicosocial a través del cual una persona se reconoce su semejanza con una cadena de rasgos, intereses, características, ambiciones, destrezas, entre otros. Dicha afirmación se da por medio de otros. Y es de esta manera se termina reconociendo las semejanzas o diferencias, donde se identifica que cada persona es única y al mismo tiempo integra una sociedad.
Visto desde otro punto de vista, cuando una persona tiene el poder de reconocerse asimismo como tal, es porque otras personas ya las habían reconocido y solo se dan cuenta de cómo es en realidad a través de la evaluación de otros. Aunque una de las funciones de la vida en sociedad es aportar un perfil al sujeto: la sociedad crea estructuras psíquicas y sociales, donde podemos relacionarnos con el espacio donde vivimos.
Las normas sociales son patrones evidentes que da nuestra como debemos comportarnos. Sin embargo, no solo se basa en eso, sino que nos muestran indistintamente qué intereses, ambiciones, costumbres o posibilidades son las viables o apropiadas en la vida. A través de las normas sociales nos conseguiríamos una buena relación con el mundo u otras sociedades.